La vejez como cualquier otra etapa de nuestra vida, no debe estar “condenada” a pasarla mal, pues hay muchas formas en que podemos construir mejores condiciones.
El pasado 21 de septiembre se llevaron a cabo diversas actividades para concientizar sobre el aumento de demencias y Alzheimer, lo cual no debe quedarse en cifras alarmantes de las previsiones de aumento de casos en el futuro, sino en estrategias que nos ayuden a prevenir en la medida de lo posible, el desarrollo de dichos problemas.
Sí bien es cierto, que la vejez se asocia con múltiples pérdidas y se da casi por sentado que se experimentará algún tipo de demencia o pérdida de memoria, no necesariamente debe ser así, pues es tan sólo otra etapa más de nuestra vida, que en la medida a que tomemos conciencia y acciones para evitar aquello que no queremos que suceda, como la pérdida de independencia o de memoria.
La Organización Mundial de la Salud, tras reuniones con expertos de distintas áreas, identificaron claramente las causas más comunes de demencias y deterioro cognitivo, por lo que plantearon estrategias para disminuir los riesgos. Dentro de dichas estrategias destacan los cuidados que podemos empezar a tener, sin importar la edad que tengamos, pues cabe mencionar que la mayoría de deterioros cognitivos vienen de manera muy gradual y personalizada, a partir de los 30 años.
Las estrategias que podemos empezar a tomar en cuenta son:
Actividad física: no importando el tipo de actividad o la intensidad, se debe procurar una vida más activa, por ejemplo saliendo a caminar.
Dejar el cigarro: si bien ya conocemos los riesgos a la salud derivados del consumo de éste producto, el dejarlo también reduce los riesgos de padecer demencia y reducir el riesgo de deterioro cognitivo.
Mejorar alimentación: no sólo nos aportará beneficios a la salud en general, sino que además reduce el riesgo de deterioro cognitivo o puede coadyuvar sí ya existe en algún grado.
Dejar el alcohol: muy parecido al consumo de tabaco, además de los riesgos generales a la salud, también se ha demostrado que está asociado a un mayor riesgo de deterioro cognitivo.
No dejar de aprender cosas nuevas: el entrenamiento cognitivo reduce los riesgos de deterioro cognitivo.
Apoyo social: la inclusión social y el apoyo derivado de ésta, ha demostrado ser un factor protector importante.
Manejo del peso: las enfermedades asociadas al peso como la diabetes e hipertensión, tachen son factores de riesgo que pueden disminuirse manteniéndonos en nuestro peso adecuado.
Manejo de la depresión: no deberíamos durar el consultar a un especialista de la salud mental si lo encontramos necesario, tras no sentir mejoría en episodios de tristeza profunda.
Como podemos darnos cuenta, la vejez como cualquier otra etapa de nuestra vida, no debe estar “condenada” a pasarla mal, pues hay muchas formas en que podemos construir mejores condiciones para que cuando lleguemos, lo hagamos de la mejor manera posible. Si bien es cierto, que existen factores que no están en nuestras manos, los que sí podemos controlar, deberíamos empezar a trabajarlos para reducir en mayor medida, los riesgos de deterioro cognitivo y poder disfrutar también de ésa etapa.
Debemos trabajar en la idea de que la vejez no es necesariamente un momento de decadencia, sino que dependerá de lo que hagamos hoy.
Espero que les haya sido de interés y que si tienen adultos mayores cerca, los animen a no dejar de aprender ni socializar, pues nuestra mente siempre puede ser retada a mejorar.
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¡Hasta pronto! Nos leeremos nuevamente desde el diván.