Laura N. denunció a la diputada local Alejandra Ramírez Ortiz por agredirla físicamente la tarde de ayer y por violencia de género adentro de las instalaciones de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx).
En rueda de prensa, señaló esta mañana que la diputada local y su ex esposo Enrique N., ahora pareja sentimental de la diputada Alejandra, la agredieron cuando se encontraba en una reunión de trabajo convocada por su jefa en lo que parece fue una “trampa” para colocarla en un lugar cerrado adentro de las instalaciones de la universidad.
“Pido protección, hoy me siento vulnerable, me siento insegura, no tengo apoyo de las instancias que se encargan de repartir justicia para que con transparencia resuelvan este asunto, hoy fui yo y han sido otras más por lo que yo sé, así que yo no quiero vivir con miedo porque tengo derecho a caminar por las calles libremente”, dijo Laura N.
Es pertinente señalar la diputada Alejandra R. es sobrina de los hermanos Héctor y Serafín Ortiz Ortiz, el primero dirigente estatal del Partido Alianza Ciudadana (PAC) y ex gobernador de Tlaxcala, y el segundo actual rector de la universidad.
“Había personas que sabían lo que estaba ocurriendo en esa coordinación y nadie, nadie hizo nada para ayudarme, todos esperaron a que estas personas salieran después de hora y media de tenerme encerrada ahí, y cuando entraron me vieron en el suelo y me dicen ¿qué hiciste? Algunas personas que entraron a ese lugar dijeron que había personas afuera impidiendo el paso al lugar donde yo estaba”, narró.
El grupo de abogadas que acompañan a Laura N., señaló que la diputada debe renunciar a su cargo para seguir el proceso en su contra, sin sesgos ni influyentismo; asimismo, pidieron a las autoridades locales ordenar medidas de protección para la víctima y a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) iniciar el proceso de manera libre y autónoma.
Del mismo modo, exigieron al Congreso del Estado y al rector de la UATx a emitir un pronunciamiento sobre los hechos ocurridos esta semana debido a que se trata de una agresión directa con causa penal y un ejemplo de impunidad por violencia de género.
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Foto: Especial