Las mujeres nahuas de la Sierra Norte de Puebla preparan en «Tamalli» envuelto en hoja de plátano. El domingo 4 de febrero invitan a la cuarta Feria del Tamal en Chignahuapan
Hace diez años María Elena Juárez regresó de la Ciudad de México a su tierra natal, San Miguel Tenango en Zacatlán, dónde 90 por ciento de la población es indígena de habla náhuatl. Después de trabajar por dos décadas en una fábrica de champú decidió que era momento de regresar a casa.
A pesar de los años de esfuerzo, María Elena que poco ganaba como obrera, llegó a su pueblo con las manos vacías y con bocas que alimentar por lo que de inmediato comenzó a vender el “tamalli” que en náhuatl significa envuelto cuidadoso.
Las ventas no resultaron como esperaba debido a que en las comunidades indígenas el tamal es uno de los platillos que más cocinas las mujeres. María Elena decidió que tenía que llevar a Chignahuapan sus tamales de alverjón, de frijoles y de chiltepín segura de que ahí sí se venderían por estar envueltos en hoja de plátano y no de maíz como se acostumbra en esa región.
Desde entonces, María Elena todas las mañanas aborda, con canasta en mano, un autobús que la lleva de su comunidad hasta Chignahuapan en dónde camina por las calles en busca de clientes.
Janet López es otra mujer que, desde hace 19 años, se dedica a la elaboración y venta de tamales en Chignahuapan. Contó que al quedarse sola con sus dos hijos y una sobrina, debido a que su hermana migró a Estados Unidos, salió a la calle con tamales y café porque no le alcanzaba para comprar leche para vender atole.
Su especialidad son los tamales dulces y tiene muchas variedades: los tradicionales y los rellenos de piña, coco, durazno o frutos secos, este último que resulta de la combinación de arándanos, manzanas y tejocotes deshidratados.
Janet conserva su primer cliente y lo recuerda con cariño debido a que fue la primera persona que le compró un tamal después de una semana de no lograr ni una venta; durante esos siete días tuvo que regalar los tamales para que la gente los probara.
Sara Hernández tiene 59 años de los cuales 41 se ha dedicado a la venta de tamales. Ella contó que se casó muy joven y tuvo que ayudar a la economía del hogar debido a que su esposo ganaba muy poco y la familia creció rápidamente.
Así fue como con tres hijos y jalando su carrito de tamales ha visto el paso de los años en la esquina del zócalo de Chignahuapan en dónde el próximo fin de semana se realizará la Feria del Tamal.
La Feria
Este 4 de febrero de 8 de la mañana a 5 de la tarde se realiza en Chignahuapan la Cuarta Feria del Tamal donde unas 24 tamaleras reunidas en el zócalo esperan vender más de 10 mil tamales, que se venderán entre 8 y 20 pesos.
¿Qué más hacer?
Ya estando en Chignahuapan, puedes explorar esta región del estado, donde se puede visitar la laguna de Almoloya formada por nueve ojos de agua donde se practica la pesca o pasear en lancha y nadar. Pregunta por la Cascada de Quetzalapa, dónde hay diversas actividades al aire libre, principalmente tirolesas y puentes colgantes.
En este mismo municipio, catalogado como Pueblo Mágico, se puede pescar en la presa de Cuautelolulco ubicada a 12 kilómetros de la cabecera municipal, o en la presa de Ajolotla. En ambas se cría trucha y carpa, que una vez atrapada se prepara en los asadores que están a los alrededores.
En el Zócalo puedes admirar el Kiosko de estilo mudejar, así como la parroquía y la estatua dedicada al cómico Capulina. También hay aguas termales, y hoteles para pasar un bonito fin de semana.
¿Cómo llegar?