En Italia restauradores y personal de protección civil se coordinan para mejorar inmuebles, dice
María Elena Corrado, integrante del Ministerio de la Cultura en Italia, consideró necesaria la colaboración interinstitucional para la atención del patrimonio cultural en caso de emergencias derivadas de catástrofes naturales.
Tal coordinación, apuntó, propiciaría la creación de una plataforma digital que brinde información sobre los riesgos que un inmueble puede correr y cuyas actualizaciones podrían hacerse en tiempo real.
Al participar en la clausura del coloquio de contingencia: Los daños del terremoto que se efectuó en el Museo Amparo, la especialista, destacó que el cruce de información con otras áreas de gobierno en su país natal “ha dado buenos resultados” en los trabajos de conservación del patrimonio cultural.
Durante su conferencia “Actividades del Ministerio de la Cultura en Italia en las emergencias Experiencia en los terremotos del 2016 en el centro de Italia y mapa de riesgo” narró su experiencia en tales movimientos telúricos que causaron severos daños a inmuebles catalogados como patrimonio de la humanidad.
Comentó que a raíz de reformas en la normativa de su país, se logró que expertos en restauración y conservación participarán en las actividades del levantamiento de materiales junto con personal de protección civil. “Antes solo podíamos dar instrucciones, ahora uno entra junto con ellos. Estamos en campo trabajando”, expuso.
Además, destacó la creación del sistema informativo territorial Vincoli in Rete (VIR) que brinda a los expertos información útil sobre el sistema con el cual está protegido y de los riesgos que puede correr.
Indicó que las actualizaciones de dicha plataforma se hacen en tiempo real y paralelamente a la actividad de protección por las oficinas del Ministerio de la Cultura en Italia.
Abundó que el programa tiene como objetivo la digitalización completa de los bienes culturales, con información de los tres bancos de información del Ministerio; por lo que se incluye la catalogación del inmueble, la verificación del interés cultural y un mapa de riesgos con epicentros de sismos.