En un contexto global marcado por la polarización, la 46ª edición de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería se consolida como un espacio de unidad a través de la cultura y el intercambio de ideas, afirmó el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, al inaugurar este evento literario.

Con Oaxaca como invitado de honor, la Feria resalta la importancia de la palabra escrita y la comunidad. Lomelí Vanegas destacó la feria como una respuesta a los retos que enfrenta la lectura en el país, citando datos del INEGI y resultados de PISA 2022 que reflejan la necesidad de iniciativas como esta para mejorar la comprensión lectora y fortalecer las competencias educativas.

El rector subrayó que la Feria es un espacio inclusivo, accesible y respetuoso, promoviendo el acceso a la literatura como un derecho fundamental. Con más de mil actividades programadas, la feria incluye presentaciones editoriales, conferencias, talleres y mesas redondas, con la participación de más de 700 autores y 443 editoriales.

Oaxaca y la importancia de las lenguas originarias

El rector Lomelí Vanegas destacó que Oaxaca realizará más de 70 actividades dedicadas a exaltar sus tradiciones ancestrales, su diversidad étnica y su rica herencia literaria y artística. Su participación enriquecerá nuestra mirada y robustecerá la conciencia sobre la importancia de la pluralidad que define a México.

“Este impulso permite que la feria sea un crisol donde se forjan nuevas ideas, se fomenta la reflexión colectiva, se estimula el pensamiento crítico y se revalora la importancia de las culturas originarias”, indicó.

En la Galería de Rectores del Palacio de Minería, el rector también presentó el libro Revolución y reconstrucción. La economía política del México posrevolucionario, 1917-1938.

En representación del gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, el secretario de las Culturas y Artes de esa entidad, Flavio Sosa Villavicencio, agradeció la anfitrionía de la UNAM con su estado que, dijo, es el corazón cultural e identitario de México.

El libro, acotó, es un remanso de paz y frescura ante el estridente y asfixiante “polvo de pantallas” que nos invaden. Asimismo, manifestó que en el siglo XXI se requiere salvar al libro de la posmoderna destrucción, de la censura, de las plagas, la desmemoria, del polvo, de los insectos y de la insensatez de una sociedad que pudiera pensar que leer es una banalidad.

En México, prosiguió, se requieren muchas lecturas, lectores, distintas formas de leer. Por ello, agradeció la invitación a Oaxaca a la Feria, la cual recuerda que los libros “han sido aliados de la humanidad y juntos hemos superado, inundaciones, guerras, terremotos, saqueos y también malos gobiernos”.

Antes, la niña Maryel Ramírez Orozco, hablante de lengua zapoteca, ofreció un saludo de los pueblos originarios de Oaxaca y declamó el poema “El Juchitán de mi abuela”.

Recordó que el 21 de febrero es el Día Internacional de las Lenguas Maternas, dedicado a honrar las lenguas indígenas que, aunque hoy tienen mejores condiciones para ser contadas, requieren de mayores acciones “sinceras” de autoridades, gobernadores, académicos y la sociedad en general para protegerlas.

En su oportunidad, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM), Hugo Setzer Letsche, aseguró que en un mundo donde los desafíos para el libro son constantes, espacios como la Feria cobran relevancia, pues permiten reafirmar la importancia de la palabra escrita como vehículo de conocimiento y como herramienta para una sociedad más informada y democrática.

La CANIEM, insistió, ha sido, es y seguirá siendo un aliado de los mexicanos, de las autoridades culturales y del gobierno de México en su esfuerzo por construir un país más educado, más informado y próspero. Reiteró el compromiso de ese organismo con la pluralidad y su convencimiento de que la mejor manera de contribuir al crecimiento del país es a través de la calidad y diversidad de los contenidos que producen.

Al hacer uso de la palabra, el director de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, José Antonio Hernández Espriú, dio la bienvenida al encuentro que celebra la cultura, las artes y el pensamiento, así como el poder transformador del libro y la lectura.

Detalló que un tercio de las mil actividades que se llevarán a cabo serán gracias el esfuerzo de facultades, escuelas, institutos y dependencia de la Universidad Nacional. Además, 58 por ciento del total de participantes son mujeres: autoras, narradoras, científicas, ensayistas, dramaturgas que dan testimonio del crecimiento sistemático y del permanente liderazgo de la mujer en todas las áreas del saber.

La Feria, que estará abierta hasta el 2 de marzo, es un encuentro cultural y multidisciplinario donde participarán expertos que explorarán todas las fronteras del conocimiento, desde temas de la inteligencia artificial generativa hasta la crítica político-social, expuso.

En la inauguración participaron: la coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, Rosa Beltrán Álvarez; el secretario General Ejecutivo de la ANUIES, Luis Armando González Placencia; el director General de Bibliotecas de la Secretaría de Cultura del Gobierno federal, Rodrigo Borja Torres; el director de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, Fernando Macotela Vargas; y la directora General del Instituto Estatal de Creación Literaria y Promoción de la Lectura del Estado de Oaxaca, Carmen Sánchez Parada, entre otras autoridades.

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