Los templos afectados son la Basílica de Ocotlán, parroquia de San Francisco de Tepeyanco y la iglesia de San Felipe Apóstol de Ixtacuixtla
Para resarcir los daños ocasionados en los 33 templos que resultaron afectados por el sismo de 2017, se tiene previsto concluir los trabajos de restauración con alrededor de 100 millones de pesos, reveló Eduardo López Sánchez, responsable de los trabajos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Centro Tlaxcala.
Los tres inmuebles con mayor afectación por el movimiento telúrico del 19 de septiembre de 2017, serán atendidos con esos recursos se trata de la Basílica de Ocotlán, la parroquia de San Francisco en el municipio de Tepeyanco y la iglesia de San Felipe Apóstol de Ixtacuixtla, así como la parroquia de San José ubicada en el corazón de Tlaxcala.
Añadió que la restauración de los templos ha sido de forma paulatina, conforme obtienen los recursos, por lo que este año se atenderán 18 templos, y para el año siguiente los que faltan; recordó que el sismo de 2017 dejó daños en 134 inmuebles en la entidad, de los cuales en 100 ya culminó la intervención de especialistas.
Mientras que en la Iglesia de San José los trabajos de restauración están en marcha, de tal modo que estimó se concluyan en diciembre de este año, pero en los 33 faltantes no tienen definido la fecha en que iniciará la reparación.
El presupuesto para atender daños por desastre que eran destinados al extinto Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (Fonden), pasaron a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), por lo que las ministraciones a los estados fueron detenidas.
Para atender los trabajos, el gobierno del estado solo brinda acompañamiento, ya que el recurso federal y las contrataciones son a través del INAH, es decir que la administración estatal no tiene injerencia, solamente brinda facilidades para efectuar los trabajos.
El funcionario federal recomendó a la población de las comunidades a evitar el uso de fuegos artificiales cerca del inmueble restaurado, se debe considerar una distancia mínima a 500 metros para que no afecte los campanarios.