Siempre habrá algo más detrás de una masacre. Esta debería ser nuestra lección sobre el ayer en Cholula, y México hoy…
Estamos en fechas de conmemorar los 500 años del arribo de Hernán Cortés al territorio que ahora es México. Entre los sucesos mas destacados de esa epopeya se encuentra el lamentable episodio del 18 de octubre de 1519 en Cholula.
¿Qué sucedió realmente? Comencemos por reconocer la verdad: no sabemos. A cinco centurias de distancia sólo tenemos disponibles los textos de dos facciones. Por un lado, Hernán Cortés y Bernal Díaz del Castillo que en sus cartas de relación y su Historia verdadera de la Conquista narran el acontecimiento arguyendo su propia defensa frente a una celada por parte de la población local con intención de detenerlos en su camino hacia Tenochtitlan.
Por otra parte, el juicio condenatorio de Fray Toribio de Benavente (Motolinia) y Fray Bartolomé de Las Casas como parte de su política de defensa contra las imposiciones abusivas de los colonos hispanos sobre las poblaciones originarias. Una versión cuenta que una anciana reveló a Marina las intenciones oscuras de los jefes cholultecas, la otra refiere que Cortés fue azuzado por los tlaxcaltecas.
Además de esto, hasta la fecha, no contamos con evidencia arqueológica o algún otro elemento que sea útil para aclarar el panorama sobre tal evento. Solo nos queda creer o no creer, no hay más. Con estos pocos elementos desde 1992, cuando se conmemoró el V Centenario del contacto, un amplio sector de la sociedad adoptó una postura acusadora y contestataria frente a la conmemoración, muchas veces con sustento en juicios irreflexivos y desinformados.
Sin embargo, también se comenzó a abordar el tema -después de mucho tiempo- con otros enfoques. Pensemos que el imperio mexica a la llegada de Cortés tenía bajo su dominio casi la totalidad del área que conocemos como Mesoamérica. El imperio dejó a Cholula como una zona libre, sin ejército, fuera del sistema de tributación y como principal enclave religioso cuya utilidad era legitimar la supremacía tenochca, con sustento en una religiosidad popular profunda y exacerbada. Cholula era fiel a Moctezuma, Cortés era un hombre educado e inteligente, ante tales circunstancias la acción lógica del conquistador era cometer la irrupción con el objetivo de demostrar su poder y capacidad para subyugar al imperi
Amable lector: si usted ha llegado hasta aquí ¡gracias! He evitado intencionalmente el uso de palabras morbosas y que inciten al odio. El régimen del resentimiento y la patanería las usan en estos días para disfrazar su doctrina vengadora de “eventos culturales y lucha social” y para exigir disculpas.
Aunque la historia está hecha de conquistas la violencia es condenable siempre, sean muchas o pocas las víctimas, sea entre propios o extraños. Pero deberíamos reflexionar con conocimiento y seriedad sobre tal suceso pues sus consecuencias fueron mucho mas profundas, tanto para mal como para bien, después de todo nosotros mismos somos resultado de ese proce
Siempre habrá algo más detrás de una masacre. Esta debería ser nuestra lección sobre el ayer en Cholula, y México hoy…