La Castigada, de casi dos toneladas de peso, sólo se toca en algunas ocasiones: el badajo está roto y parte de ella está fracturada.

@cronicabanqueta 

Son más de 35 campanas las que están en la Catedral Metropolitana y cada una tiene su historia, y hoy hablaremos de la Campana Castigada, dicen que provocó la muerte de un campanero.

Don Polo era el campanero de los años cuarenta, y no se daba abasto a la hora de hacer replicar las campanas.

Justo a las doce del día, hora en que tenían que hacerse sonar todas, y para ello pedía la asistencia de algunos jóvenes.

En 1943, al estar girando, la estaba tocando un campanero inexperto, un joven de 18 años, que desgraciadamente no pudo salir a tiempo y fue golpeado con el contrapeso de la campana en su cabeza, con el puro golpe, el muchacho murió.

Durante el funeral, los Canónigos de la Catedral decidieron hacer un ritual para castigar a la campana. Le quitaron el badajo y la amarraron, además de pintarle una cruz, en señal de que esta campana, había causado la muerte de un campanero.

Más de 50 años fueron los que permaneció sin tocarse, y fue hasta el año 2000, durante el jubileo, que el Cardenal Norberto Rivera, ordenó que se le retiraran las sogas y que se tocara nuevamente.

Ahora ésta campana de bronce y estaño, La Castigada, de casi dos toneladas de peso, sólo se toca en algunas ocasiones, por el tiempo, ahora el contrapeso ya no sirve, el badajo está roto y parte de ella está fracturada.

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