Los artesanos fueron de los sectores más efectuados a consecuencia de la pandemia por COVID19, por falta de turistas y visitantes en los mercados a raíz del confinamiento que obligó al cierre de comercios en Puebla.
Esto ocasionó que algunos artesanos buscaran alternativas como emprender en algún negocio o buscar trabajos formales, debido a que no tenían ventas y estaban perjudicando su economía familiar.
Isabel, vendedora de productos elaborados con amaranto, compartió con Urbano que durante los primeros meses de la pandemia su negocio se fue a la quiebra, debido a que poca gente asistía a los mercados artesanales, por lo que tuvo que salir de su pueblo y buscar trabajo en una empresa dedicada a la elaboración de alimentos.
La mujer, originaria de la Magdalena Yancuitlalpan, comunidad ubicada en las faldas del volcán Popocatépetl, reveló que antes de pandemia tenía ganancias de 2 mil pesos al mes. A pesar de la reactivación económica, dijo que todavía no se recupera.
Sin embargo, tiene la esperanza de que todo mejore porque muchas personas volvieron a interesarse en sus productos, lo que para ella significa un “nuevo comenzar”.
Su principal producto son las obleas de frutos rojos, vainilla y menta, que tienen un costo de 15 pesos. Así como el agua fresca de amaranto y amaranto garapiñado, que oscilan entre 15 y 50 pesos.
Actualmente, vende sus productos en el mercado de Analco todos los fines de semana, donde oferta su marca “Tepekualtzin”, que significa campo bonito; pueden encontrarla en Facebook e Instagram como Amaranto de Puebla.
Cabe mencionar que Isabel forma parte de las mujeres emprendedoras que el día de hoy ofertaron sus productos en el Mercado Solidario de Mujeres que inauguró el gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, el cual estará abierto mañana de 9 de la mañana a 6 de la tarde, en la explanada del CIS de Angelópolis.
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