Se realiza manifestación para exigir el apoyo con los medicamentos respectivos.
No solo la pandemia del COVID-19 es un calvario, sino también el cáncer de mama que afecta a 1 de cada 8 mujeres, que en ocasiones no tienen la suerte de recibir los tratamientos para derrotar este padecimiento en Puebla.
Sandy Lisbeth Palma Pérez, quien participó con la agrupación Grupo Reto Puebla, en la marcha pacifica para buscar el apoyo del gobierno del estado, a fin de alcanzar los tratamientos respectivos, se siente así.
Calificó como un calvario psicológico saber que a los 32 años tiene cáncer de mama, pues el primer pensamiento que pasó por su cabeza, fue que ocurriría con sus hijos que no tienen más de 10 años.
Mencionó que como mujer recibió el apoyo de su familia para combatir esta enfermedad y convocó a las mujeres no sentir pena durante la auto exploración y detectar a tiempo esta enfermedad.
Dijo que si tiene sus tratamientos, pero conoce de mujeres que no son atendidas con medicamentos o quimioterapias, que por eso se sumó a la marcha pacifica para buscar el apoyo de las mujeres. “Tengo 32 años, fue difícil por mis hijos, lucho porque quiero vivir para ellos.
Trato de llevar el tema de la manera más tranquila posible, porque en algunos casos, la situación corresponde a nuestro estado de animo”. Sin embargo, el cáncer de mama no es el único padecimiento que aqueja entre los poblanos, pues Rita Morales Ramírez, es una mamá que también pelea porque su hija reciba algunos tratamientos para derrotar la enfermedad que tiene.
Argumentó que su hija tiene 9 años, pero en 2019 le fue diagnosticado un tipo de cáncer llamado mucopolizararidosis, que afecta directamente a sus huesos.
Ella, junto con un grupo de padres de familia, también se postró frente a la Secretaría de Salud, para buscar los tratamientos correspondientes, pues refirió que desde hace dos semanas, su hija no sigue adelante con la medicación respectiva. Aclaró que el gobierno local sí brinda los apoyos necesarios, pero los medicamentos que necesita, dijo, son los que distribuye el gobierno federal y que no son entregados en tiempo y forma en los hospitales del país.