Al igual que al dolor que pasan miles de familias a causa de la violencia que sufre el país

El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinoza, se unió a la pena que atraviesa la comunidad Jesuita por el reciente asesinato de dos sacerdotes en Chihuahua, al igual que al dolor que pasan miles de familias a causa de la violencia que sufre el país.

“Me uno a ellos en esta pena tan grande, sé que ayer tuvieron la misa exequial en Chihuahua, que hoy los cuerpos serán trasladados donde fueron asesinados y que mañana serán sepultados en ese mismo lugar. Mi cercanía con ellos, mi oración por ellos. Yo me uno a tantas y tantas familias que sufren por la muerte de sus seres queridos, por la violencia, no solo el de los dos jesuitas, hay asesinatos aquí, desaparecidos en otro lado, levantados en un lugar y aparecidos muertos en otros”.

En misa dominical recordó que se está viviendo una situación difícil de violencia e inseguridad, no solo en Puebla sino en todo el país por igual. Señaló que, según palabras del papa, la violencia se está globalizando.

“Así es Colima, así es Michoacán, así es Zacatecas, así es Puebla, así estamos en todo el país. No entremos- dice el papa- a la globalización de la indiferencia porque pareciera que son estadísticas más, pero ahí están las palabras del papa”.

Por lo anterior pidió orar por el fin de la violencia en México e invitó a seguir a Jesús y dejar a un lado los rencores y las venganzas.

“A nosotros nos toca pedirle al señor que cese la violencia en nuestra patria. La situación de violencia que vive el país es preocupante, por eso supliquemos y oremos por el fin de la violencia en nuestra patria. Les invito a seguir a Jesús, y dejar a lado los rencores y renunciar a un lado venganzas, luchar por la paz, esforcémonos por vivir el proyecto humanizador de Jesús en medio de nuestros conflictos, en medio de nuestras diferencias”.

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