Manfestantes del pais alegan que simbolizan el genocidio y la explotación de los pueblos nativos en América.
Dos estatuas de Cristóbal Colón que se encontraban en parques de Chicago fueron retiradas la madrugada del viernes bajo la dirección de la alcaldesa Lori Lightfoot, una semana después de que manifestantes que intentaban derribar uno de los monumentos al explorador se enfrentaron con la policía.
Los operarios emplearon una grúa muy grande para bajar una de las estatuas de su pedestal del parque Grant, en el centro de Chicago. Una pequeña multitud vitoreó y los autos que pasaban tocaban sus bocinas mientras la estatua era retirada alrededor de las 3 a.m. La segunda estatua fue retirada alrededor de las 5:30 a.m. del parque Arrigo, en el barrio de la Pequeña Italia de Chicago.
En una declaración emitida después de que se retiraron las estatuas, la oficina de la alcaldesa demócrata dijo que estaban siendo “removidas temporalmente… hasta nuevo aviso”. Dijo que los retiros fueron “en respuesta a manifestaciones que se volvieron inseguras, tanto para los manifestantes como para la policía, así como los intentos de individuos de derribar de forma independiente la estatua en el parque Grant de una manera extremadamente peligrosa”.
“Este paso es parte de un esfuerzo para proteger la seguridad pública y preservar un espacio seguro para un diálogo público inclusivo y democrático sobre los símbolos de nuestra ciudad”, dijo la alcaldía en el texto, asegurando que las estatuas fueron retiradas luego de “consultar con varias partes interesadas”.
Los manifestantes en todo el país han pedido el retiro de las estatuas de Colón, alegando que simbolizan el genocidio y la explotación de los pueblos nativos en América. Las dos estatua de Colón en Chicago fueron vandalizadas el mes pasado. Otras estatuas de Colón también fueron derribadas o vandalizadas en otras ciudades de Estados Unidos.
Los planes para quitar la estatua del parque Grant fueron reportados por primera vez el jueves por la noche por el diario Chicago Tribune y la remoción siguió a horas de confrontaciones verbales entre oponentes y partidarios de la estatua.
El 17 de julio, los manifestantes se enfrentaron con la policía, que usó porras para golpear a las personas e hizo arrestos después de que dijeron que los manifestantes los atacaron con fuegos artificiales, rocas y otros proyectiles.
“El retiro de esta estatua se debe al esfuerzo de los activistas por los derechos negros e indígenas, que conocen la verdadera historia de Colón y lo que él representa”, dijo Stefan Cuevas-Caizaguano, un residente que observaba la remoción, citado por el diario Chicago Sun–Times.
Las remociones también se producen en medio de un plan del presidente Donald Trump de enviar policías federales a la ciudad para responder a la violencia armada, lo que generó temor de que muchos residentes se sientan inhibidos de participar en manifestaciones. Varias organizaciones activistas presentaron una demanda el jueves, buscando bloquear a los agentes federales en la tarea manifiesta de combatir la delincuencia violenta y vigilar las protestas.
Funcionarios estatales en Oregon habían reclamado medidas similares tras la llegada de agentes federales luego de casi dos meses de protestas en Portland por la muerte de George Floyd mientras estaba bajo custodia de la policía en Minneapolis.