Tanto en la Procuraduría General de Justicia del Estado y la Comisión Nacional de Derechos Humanos el tema quedó en denuncia.
A casi un año del ataque a las oficinas de la casa del migrante «La Sagrada Familia» en la colonia El Carmen del municipio de Apizaco, las investigaciones sobre el caso están estancadas, por ende no ha habido avances para dar con él o los responsables del allanamiento e incendio de las instalaciones, así como el robo de insumos.
En entrevista al respecto, el encargado del albergue para migrantes “La Sagrada Familia”, Elías Dávila Espinoza atribuyó el retraso en las investigaciones del ataque a la emergencia sanitaria, debido a que se frenaron los plazos y términos legales, no obstante a unos 12 días de cumplir un año siguen sin recibir justicia.
No obstante, confió en que una vez que se supere la emergencia sanitaria se pueda reactivar el proceso ya que recordó se inició la denuncia correspondiente ante el Ministerio Público adscrito a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) por el allanamiento e incendio de las oficinas de la casa del migrante, así como el robo de insumos destinados a prestar la atención a las personas en tránsito.
“Quedó la denuncia hecha, no ha habido avances, no sabemos quiénes son los culpables, quedó estancado ese asunto”, declaró el encargado de la casa del migrante ubicado en Apizaco.
Con respecto, a la investigación del caso por parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Dávila Espinoza declaró que “todo está estancado esperemos que continúen las investigaciones pero sobre todo esperamos que no haya la parte agresiva hacia las instalaciones y menos contra el personal que trabaja aquí en el albergue del migrante”.
Por lo pronto, comentó que siguen trabajando y apoyando a la población migrante, además están preparando talleres de capacitación sobre discriminación y otras actividades en favor de las y los migrantes en su paso por Tlaxcala.
Al respecto comentó que “todo está tranquilo seguimos laborando apoyando estamos trabajando para en Huamantla, Calpulalpan y Apizaco con los grupos parroquiales y de catequistas para evitar la discriminación hacia la población migrante, pero por la pandemia no lo hemos hecho porque no nos podemos reunir pero estamos con ese plan de hacer talleres para evitar la discriminación”, principalmente en esos municipios por donde pasa el tren que ha sido por muchos años el medio de transporte de migrantes para seguir su camino rumbo a la frontera con Estado Unidos.