Enfrentó a puño limpio al felino, el cual soltó al infante y huyó con su pareja que llegaba al lugar

Un puma estuvo a punto de devorar al hijo de la cantante española Raquel del Rosario; sin embargo ella lo salvó, sin importarle el riesgo, cuando enfrentó a puño limpio al felino, el cual soltó al infante y huyó con su pareja que llegaba al lugar.

Raquel del Rosario Macías, vocalista del grupo español de pop El sueño de Morfeo entre 2002 y 2013 y ex esposa del piloto Fernando Alonso, contó en Instagram este momento que se hizo viral en Europa y ahora en el mundo:

«Siempre he dicho en tono de broma que algún día, los ángeles de la guarda de mis hijos dimitirían por estrés.

De camino al hospital con Mael herido en brazos me preguntaba si realmente el suyo lo había abandonado aquella mañana del 26 de agosto.

“Unos milímetros más y no lo hubiese logrado”, fueron las palabras del doctor. Supe entonces que su ángel no se había ido, estuvo ahí, sosteniendo esos milímetros que separaban la vida de la muerte.

“Mami, voy al árbol a buscar fruta”, me dijo en el jardín.

El grito que escuché segundos después aún sigue resonando en mi cabeza, al igual que la imagen que vi al girarme.

Un puma se había avalanzado sobre el y lo hería ferozmente con sus zarpas.

Inmediatamente dejé de percibir el mundo, aún hoy no logro entender como atravesé el jardín en milésimas de segundo o de dónde provenía la fuerza que me hizo golpear repetidamente al animal con mis puños hasta quitárselo de encima.

Pedro apareció en ese momento, al igual que un segundo puma, logramos entrar en casa sin más incidentes, alertamos a los vecinos y salimos al hospital.

Mi corazón se rompió por completo cuando le vi salir de la cirugía. Toda la fuerza que aquella mañana me había invadido se esfumó dejándome completamente indefensa ante un dolor que desconocía por completo. Me invadió el miedo.

Si alguien me hubiese dicho en ese momento viendo su estado, que tres días después saldría corriendo del hospital jamás lo hubiese creído.

“Mami, ya no voy a volver a por la fruta para que no se enfade el tigre”, me dijo después de dejarle un recipiente con agua en la puerta a modo de disculpa. Sin palabras.

Estas semanas hemos ido transitando ese dolor, sintiéndolo y aceptándolo, sin huir de el. Refugiándonos una vez más en la naturaleza, impredecible como un animal salvaje o la erupción de un volcán, pero sanadora y mágica a la vez.

La vida nos habla a través de acontecimientos que muchas veces escapan a nuestra comprensión, que nos invitan a soltar el control, nos sitúan en el ahora y nos recuerdan que nuestros hijos son un precioso préstamo de la vida, que su alma tiene su propio plan ante el que solo podemos otorgar amor y dedicación», dice el post. 

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