Las universitarias todos los día sufren de la violencia de género en Puebla. Tienen que convivir, ante los ojos del mundo del acoso callejero, manoseos, persecuciones, palabras obscenas, miradas incómodas, inseguridad y sumisión química.
En los cuerpos de estas mujeres jóvenes, que están obligadas a caminar solas para llegar a sus lugares de estudio de madrugada o a su casa de noche, ya hay recordatorios de agresiones: pánico, ansiedad o miedo.
El machismo y la violencia de género se materializan son una nalgada propinada en una esquina o en el transporte público; en el motociclista que lanza chiflidos; en el policía que acosa de madrugada; en la roomie que fue drogada; en el miedo de caminar sola porque hay uno o varios hombres mirando.
En el marco del 25N en el que se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Urbano Noticias platicó con universitarias que narraron, todas las malas experiencias que viven a diario en Puebla.
En el Complejo Cultural Universitario (CCU), tres alumnas de la Facultad de Artes de la BUAP, confesaron sentirse siempre inseguras fuera de las instalaciones.
Karla, de 22 años, afirmó que todos sus traslados de un aula a otra los debe hacer dentro del campus ante el riesgo se ser asaltada o levantada por los ocupantes de un vehículo.
«Al venir a la escuela sabemos que tenemos que caminar muchísimo dentro del Complejo para llegar de un aula a otra, porque tenemos la certeza de que si nos salimos nos asaltan o nos jala un coche».
Carmen, de 22 años, mencionó que le han gritado cosas obscenas o chiflado cuando camina alrededor del CCU Buap, principalmente los motociclistas.
«Luego nos gritan o chiflan motociclistas, y nos tenemos que movilizar dentro del Complejo».
Aurora, de 22 años, contó que ha experimentado asaltos al cruzar el puente peatonal que está sobre Vía Atlixcáyotl, además de acoso por parte de automovilistas.
«En las noches no puedes subir el puente porque te asaltan personas en bicicleta. Luego voy caminando en el paso peatonal y los coches me pitan (…) Si voy junto a dos hombres no lo hacen, pero si voy yo sola sí, creen que tienen el poder de pasar por encima de mí sin importar nada» (…) Se me quedan viendo como de ¿Tú me vas a pagar la cuota de la tarjeta? Revisan si la cuenta está a mi nombre».
Sufren violencia en aglomeraciones
Sandra, de 22 años, confesó que ciertos hombres aprovechan para manosear a mujeres cuando se acumula la gente en la calle 5 de mayo, en el Centro Histórico. Sin embargo, también reconoció que ante lo común del hecho, se terminan normalizando la situación, lo cual describió como triste.
La violencia también se experimenta cuando hay que pensar en cómo vestir para una fiestas donde están expuestas al «manoseo» por la aglomeración de personas.
«Cuando se acumula mucho la gente simplemente sientes como ya te nalguearon, no ves quien es (…)en ese momento se bloqueas. Pienso mucho la forma en la que me voy a vestir para no sentirme insegura, porque el hecho de llevar una falda o vestido piensan que es pauta para que te falten el respeto. Me da tristeza que uno tenga que pensar en como vestirse dependiendo el lugar al que uno vaya».
Jessica, de 23 años, relató que en el Centro Histórico le ha tocado ver como hombres miran las piernas y los glúteos de las mujeres cuando estas pasan caminando, lo cual la hace sentir insegura.
«Cuando voy caminando en el centro y los hombres se les quedan viendo a las mujeres a sus piernas, o a su trasero, se las comen con la mirada».
No pueden divertirse libremente
En un segundo sondeo se entrevistó a estudiantes de Psicología de la Universidad Iberoamericana, quienes comentaron haber sido víctimas en espacios de diversión y convivencia como antros.
Melissa, de 23 años, contó que ha sido testigo de la violencia tanto en su casa donde su madre y abuela fueron víctimas, así como en espacios que «creían seguros» como las universidades, redes sociales o antros donde amigas suyas han sido drogadas.
«Justo apenas viví una situación complicada con mis roomies, que te droguen en el antro y no sepas por unas horas que está pasando, es la más reciente que tengo. Yo creí que mi roomie estaba bien en un entorno seguro, pero lamentablemente no, estaba rodeada de otras mujeres, entonces justo eso, cuando no nos ponemos en situaciones de riesgo, siguen pasando ese tipo de cosas».
Romina, otra estudiante foránea de la misma carrera, aseguró que se les criminaliza por salir de antro, y que los hombres que muchas veces son compañeros de la universidad creen que tienen derecho a tocarlas.
«A las mujeres se nos criminaliza mucho por divertirnos y salir a los antros, a muchas de mis amigas las han drogado, creen que mi cuerpo es parte de su territorio, incluso son estudiantes de esta universidad que vivimos muy cerca».
A esta violencia se suma la intimidación por parte de elementos hombres de las policías de Tránsito Municipal de San Andrés Cholula.
Narró que en una ocasión le alteraron una prueba de alcoholímetro, le quitaron su auto y trataron de detenerla, cuando finalmente la dejaron ir la siguieron sin justificación. También recordó que la han perseguido al salir de la universidad dos veces, lo cual la ha hecho entrar en pánico.
«Estaba en Cholula iba de regreso de cenar y pase por una amiga que estaba tomada, me detuvieron, me hicieron repetir la misma prueba cinco veces, en la siguiente cambiaron la boquilla y salió que estaba en alto grado de ebriedad. Nos preguntaron nuestra edad, estado civil, etc y luego empezaron a forcejear. Luego nos dejaron ir, pero nos siguieron, salía a la calle y me daba miedo ver a los policías».
Luna, de 22 años, reveló que su primera situación de violencia fue a los 15 años, cuando la tocaron sin su consentimiento, lo cual revive cuando ve casos de feminicidios o llega el 25N.
Dijo que ser mujer es una constante lucha, por lo que siempre trata de apoyar en causas o manifestaciones que piden alto a la violencia.
«Todas las mujeres guardan situaciones de violencia en el cuerpo y que ahí se queda y que se revive, es algo que está guardado en muestras memorias».
¿Qué es el 25N?
En el mes de noviembre se conmemora el 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
La conmemoración tiene la finalidad de denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación.
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