El último desafío viral consiste en realizar tareas cotidianas como cruzar una calle o cocinar con los ojos vendados.
El pasado 11 de enero la policía de Layton, una ciudad de Utah (EE UU), informó en su cuenta de Twitter de un accidente.
Una joven de 17 años había estrellado su coche contra otro automóvil mientras conducía con los ojos vendados y se grababa para publicarlo en la red.
Realizaba el Bird Box Challenge, un reto que se ha hecho viral en las últimas semanas a raíz de la última película de Sandra Bullock.
El desafío consiste en llevar a cabo tareas cotidianas como subir escaleras, cruzar una calle o cocinar con los ojos vendados.
Este y otros desafíos peligrosos han llevado a YouTube a endurecer sus políticas de control de contenido.
La plataforma borrará los vídeos de bromas o retos que pongan en peligro la salud física o psicológica del usuario, según ha explicado la compañía en el apartado de preguntas frecuentes de su web.
En los últimos años, se han hecho virales numerosos vídeos de desafíos en YouTube.
Algunos consisten en introducir la punta de un anticonceptivo por la nariz para luego sacarlo por la boca, untarse con alcohol el pecho y prenderse fuego para luego apagarlo con agua o acercarse sigilosamente a un peatón para golpearlo hasta dejarle inconsciente.
“YouTube es el hogar de muchos retos y bromas virales, pero debemos asegurarnos de que lo divertido no cruce la línea para que también sea dañino o peligroso”, aseguran sus propietarios en la nueva política de control de contenido.
La compañía ha incluído en la misma un epígrafe específico para los retos y las bromas peligrosas: “Hemos actualizado las pautas externas para dejar claro que prohibimos los desafíos que presenten un riesgo de peligro grave o muerte, y las bromas que hacen que las víctimas crean que están en grave peligro físico o que los niños experimenten una angustia emocional grave”.
Los menores en ocasiones también son afectados por las bromas que se suben a YouTube.
Por ejemplo, la de hacer creer a un niño que sus padres han muerto.
YouTube eliminará estas publicaciones de la plataforma y castigará a sus autores con una restricción de 90 días en algunas de las funciones de la plataforma como la retransmisión en vivo.
Si se incumplen las políticas en tres ocasiones en ese plazo, se eliminará la cuenta del usuario que haya subido el vídeo.
La compañía ha dado a los creadores dos meses para borrar este tipo de contenido de sus canales.
Pero después, se eliminará cualquier vídeo que viole estas pautas.
Estas nuevas directrices no solo hacen referencia a los vídeos, sino que afectan a todo el contenido.
Es decir, a los comentarios, miniaturas, enlaces o chat en vivo.
Por ejemplo, si la imagen en miniatura muestra pornografía o violencia gráfica o los enlaces externos llevan a contenido que pueda incitar a la violencia o al odio, el vídeo también será retirado.
Un informe de Buzzfeed publicado este martes denuncia que las imágenes que plasman bestialidad o hacen alusión a ella todavía aparecen en la plataforma pese a que YouTube se comprometió a eliminar ese material en abril del año pasado.