Las autoridades señalaron a tres hombres y dos mujeres, una de ellas de 15 años de edad, de secuestrar y privar de la vida al joven universitario originario de Teziutlán.

Por una investigación en redes sociales y de llamadas telefónicas, la Fiscalía General del Estado (FGE) logró ubicar a los asesinos del Aldo «N»,  estudiante de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), ocurrido el pasado 17 de mayo en la ciudad de Puebla y por el cual se solicitó un rescate de 750 mil pesos.

Las autoridades señalaron a tres hombres y dos mujeres, una de ellas de 15 años de edad, de secuestrar y privar de la vida al joven universitario originario de Teziutlán y alumno de la Facultad de Contaduría de la Máxima Casa de Estudios.

Así lo dio a conocer el Fiscal de Secuestro y Delitos de Alto Impacto, Fernando Rosales Solís, quien comentó que gracias a la red social Facebook se logró detectar la relación que tenía uno de los probables responsables de nombre Amedleni Uriel “N” con el occiso, ya que eran compañeros de clase. También a través de la red social se logró establecer la relación de amistad de los demás jóvenes con Uriel N, quién realizó 12 llamadas a los familiares de la víctima solicitando un rescate de 750 mil pesos.



Rosales Solís explicó que la muerte de la víctima ocurrió por asfixia en el momento que intentaban someterlo al interior del hotel Miño, ubicado en la colonia Resurgimiento, a dónde llegaron las seis personas a tomar bebidas alcohólicas.

Añadió que como elementos de prueba la Fiscalía de Secuestros y Delitos de Alto Impacto (FISDAI) los videos del hotel en dónde se muestra que llegaron juntas las seis personas y posteriormente una salió en solitario y cuatro más en pareja de hombre y mujer.

Los detenidos por este crimen son: Amedleni Uriel “N” de 19 años de edad, Guadalupe “N” de 18 años de edad, Nayeli “N” de 15 años de edad, originarios de San Martín Texmelucan, Puebla. También fue asegurado Jorge Luis “N” de 19 años de edad y originario de Huejotzingo e Iván Cándido “N” de 35 años de edad, originario de la Ciudad de México. Todos los jóvenes quedaron a disposición de un Juez de Control de Delito de Secuestro, solo que la menor de edad será juzgada mediante el método de Justicia para Adolescentes.

El rescate se pidió pese al fallecimiento de Aldo. Los padres de la víctima con residencia en Teziutlán, Puebla comenzaron a recibir llamadas de una persona de sexo masculino, quien les dijo tener a su hijo secuestrado. Ante dicha situación, se trasladaron a la Ciudad de Puebla a la Fiscalía de Secuestro y Delitos de Alto Impacto, a efecto de denunciar el secuestro, dando inicio a la carpeta de investigación correspondiente y con ella comenzaron de manera inmediata las labores de asesoría y manejo de crisis, así como las investigaciones de campo y gabinete.

El proceso de negociación se encontraba en curso con un aproximado de 12 llamadas de exigencia económica cuando en las primeras horas del 18 de mayo, esto es, en menos de 24 horas, se localizó el cuerpo sin vida de la víctima el cual fue abandonado por la tarde del mismo 17 de mayo en una de las habitaciones del Hotel Miño, ubicado en la colonia el Resurgimiento.

A esta información se sumó la obtenida en la escena del crimen permitiendo que los agentes investigadores adscritos a la FISDAI lograran determinar la identidad de los 5 captores que participaran en el hecho, entre ellos, un compañero de clase de la víctima de nombre Uriel “N”, quien se encargara de citarlo en Plaza Dorada y una vez en el lugar llegaron 4 personas más amistades de Uriel y con engaños lograron convencer a la victima de trasladarse a un Hotel.

Para ese efecto solicitaron los servicios de un taxi, quien los llevo previo al lugar de los hechos al Hotel 5 Villas, sin embargo, deciden no quedarse en ese sitio y se dirigen hacia el Hotel Miño, lugar donde lo privan de la vida.

Al esclarecer el caso por parte de la Fiscalía General del Estado de Puebla, los imputados quedaron a disposición del Juez de Control por el delito de secuestro, con la agravante de haber privado de la vida a la víctima cuya pena para este ilícito va de 80 a 140 años de prisión.

Por lo que hace a Nayeli “N” de 15 años de edad, fue puesta a disposición del Juez de justicia para adolescentes quien determinara su situación jurídica.

Por Redaccion

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