En los últimos 10 meses del año, Tlaxcala ha registrado 375 tomas clandestinas; pero el año anterior tenía apenas 95 casos.
Las bandas dedicadas al robo de hidrocarburo han comenzado a explotar un nuevo campo fértil en el suelo de Tlaxcala. Datos de Petróleos Mexicanos (Pemex) al cierre de octubre, reflejan cómo la cantidad de tomas clandestinas aumentó 294.7 por ciento, al pasar de 95 casos en 2017 a 375 en 2018.
Con ello, la entidad se ubica como la segunda con mayor crecimiento porcentual en la incidencia, sólo debajo de Durango; sin embargo, dicho lugar se queda muy por debajo en los valores absolutos, con apenas 25 casos registrados en los primeros 10 meses del año.
Tlaxcala colinda la mayor parte de su territorio con Puebla, estado que según las cifras oficiales, ha mantenido de forma consistente el primer lugar en dicho ilícito; aunque también tiene linderos con el Estado de México e Hidalgo, ambos también tienen problemas con el llamado huachicol.
En el caso del territorio poblano, la última actualización de las estadísticas muestra que la marca poblana fue de mil 815 ordeñas; lo que representa un aumento de 43.71 por ciento con relación a las mil 263 que se contabilizaron entre enero y octubre del año anterior.
Además, junto con Guanajuato, fue uno de los dos territorios que rompieron la marca de las tres mil tomas clandestinas a ductos de hidrocarburo en el acumulado desde enero de 2017, al llegar a tres mil 258 casos. Tlaxcala por su parte, se ubica en el lugar 11 al sumar 487 ordeñas.
Los datos que fueron difundidos este 23 de diciembre por el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación de los Municipios (IGAVIM) destacan que en Puebla se comete una ordeña a ductos de combustible cada cuatro horas con un minuto y en Tlaxcala, una cada 19 horas y 28 minutos.
Al desglosar las cifras por mes, resalta que Tlaxcala ha registrado una tendencia creciente en la incidencia de los últimos dos años y su peor punto fue en agosto de 2018, cuando concentró 51 tomas clandestinas. En contraste, Puebla vio un aumento drástico en los meses de marzo y abril, con 281 y 284 casos respectivamente; pero a partir de ese momento, ha mantenido una tendencia decreciente y que se ha equiparado a los del 2017.