Los cuatro municipios en los que Pemex ha detectado más tomas clandestinas tienen entre 50 mil y 150 mil habitantes, vocación rural y alto grado de marginación.

San Martín Texmelucan, Puebla; Tula de Allende y Cuautepec de Hinojosa, Hidalgo, y González, Tamaulipas se han convertido además en campo de batalla para huachicoleros que no dudan para enfrentarse a autoridades.

Por grado de marginación, San Martín Texmelucan está ubicado en el lugar 214 de los 217 municipios poblanos. Mientras en 2011 sólo reportó dos tomas clandestinas, a julio de este año sumó 530.

En Tula, 34 mil de sus 123 mil habitantes están en situación de pobreza, según la medición 2010-2015 del Coneval. En Cuautepec, donde radican 56 mil personas, 33 mil son pobres, de acuerdo con el mismo estudio.

De los 44 ataques de huachicoleros contra policías registrados en los últimos dos años en Hidalgo, estos municipios concentraron la mitad.

González fue uno de los mayores productores de ganado en Tamaulipas, pero el abigeato y el secuestro de ganaderos afectó esta actividad.

Echan huachicol a su pobreza

Pemex ubica a dos municipios de Hidalgo, uno de Tamaulipas y otro de Puebla donde hay más tomas clandestinas.

Los cuatro municipios del país en los que Petróleos Mexicanos ha detectado más tomas clandestinas tienen entre 45 mil y 150 mil habitantes, su vocación es rural y, además de padecer un alto grado de marginación, son el campo de batalla entre bandas delictivas que no dudan en enfrentarse a la policía e, incluso, a las Fuerzas Armadas.

Cuando José Antonio González Anaya era director de Pemex explicó a los diputados que los municipios donde registraron más tomas clandestinas son San Martín Texmelucan, Puebla; Tula de Allende y Cuautepec de Hinojosa, Hidalgo, y González, Tamaulipas.

San Martín Texmelucan tiene 141 mil habitantes y es uno de los más pobres de Puebla, pues por grado de marginación está ubicado en el lugar 214 de 217 municipios de la entidad.

En 2011, sólo se detectaron dos tomas clandestinas en ductos de Pemex en esa demarcación; pero al cierre de julio de 2018, casi 40% de las mil 318 conexiones ilegales —equivalentes a 530 tomas— se ubicaron en Texmelucan.

Además, en los municipios colindantes o cercanos, como San Matías Tlalancaleca, Santa Rita Tlahuapan, Coronango, Huejotzingo, San Salvador El Verde, Cuautlancingo y San Miguel Xoxtla se descubrió una cuarta parte de perforaciones a las tuberías de la empresa productiva del Estado.

Ante la posibilidad de que los policías de Texmelucan estuvieran en complicidad con los delincuentes, el gobierno estatal tomó el control de la fuerza pública.

Efectivos de las secretarías de Marina y de la Defensa, además de policías federales, estatales y municipales, consideran a Óscar García Téllez, El Loco, como el principal líder huachicolero de la zona que va de la periferia de la capital al Parque Nacional Izta-Popo.

Sin embargo, su banda no es la única en la zona, pues se habla de que habría otras dos importantes: la de La Negra y la de Los Villegas, que disputan todos los días terreno para ver quién ordeña los ductos.

En menor escala se habla de que hay otros grupos delincuenciales, como Los Cornelios, La Banda del Gato, Los Chaparros y La Banda de la China, aunque hay versiones de que éstas estarían financiadas por organizaciones más grandes, como Los Zetas o el Cártel Jalisco Nueva Generación.

DOS AYUNTAMIENTOS DE CUIDADO

Tula de Allende, Hidalgo, tiene 123 mil habitantes, de los cuales 34 mil 361 se encuentran en situación de pobreza, según la medición 2010-2015, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

A 150 kilómetros de Tula, en el sureste de Hidalgo, se ubica Cuautepec de Hinojosa, donde radican 56 mil personas, de las cuales 33 mil 626 se encuentran en condición de pobreza, de acuerdo con el mismo estudio.

Mientras Cuautepec de Hinojosa tiene vocación agrícola y ganadera, a Tula lo apuntalan las industrias maquiladoras, caleras y cementeras, como Cruz Azul y Tolteca, pero también grandes complejos, como la Termoeléctrica Francisco Pérez Ríos y la refinería Miguel Hidalgo, de Petróleos Mexicanos.

En la inseguridad del fuero común sus diferencias son evidentes. En Cuautepec las estadísticas muestran una calma aparente, con baja incidencia en el último mes, pues sólo hubo cinco robos de vehículos y ningún robo a negocios o casa habitación.

En Tula de Allende, estos mismos indicadores reportan 27 robos de autos, 17 a casa habitación y dos a negocio.

En donde sí coinciden es en que encabezan el número de tomas ilegales de combustible y en el ataque a policías a manos de grupos de huachicoleros.

Durante los últimos dos años, la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH) reportó 44 ataques de huachicoleros contra sus efectivos, y 50% ocurrieron en Cuautepec y Tula, con 11 atentados en cada localidad.

En Tula, los atentados más intensos fueron el 24 de agosto de 2017, en Santa Ana Ahuehuepan, donde pobladores incendiaron una grúa que arrastraba una camioneta decomisada por transportar huachicol; el 3 de mayo, tres trabajadores de Pemex fueron macheteados.

Otras comunidades conflictivas en Tula son Francisco Bojay. Pedro María Anaya se ubica en el vecino municipio de Tepetitlán, pues el tráfico de hidrocarburo en esta región ha “contagiado” poblaciones de municipios vecinos, como Tetepango, Tlaxcoapan, Tezontepec de Aldama, Atitalaquia y Tlahuelipan.

En Cuautepec, el 2 de julio, un grupo de presuntos traficantes de hidrocarburo emboscaron una unidad de Seguridad Física de Pemex, en un ataque donde un presunto trabajador de la empresa productora fue hallado calcinado dentro de la camioneta que tripulaba en la carretera que comunica de la comunidad de Almoloya a Ventorrillo.

En Cuautepec de Hinojosa, las comunidades donde florece la venta de huachicol son Cima de Togo, Guadalupe Victoria, Nectario, El Capulín, El Aserradero y Coatzenzengo. El delito se ha extendido a municipios vecinos como Santiago Tulantepec, Tulancingo y Singuilucan.

De enero a julio, en Hidalgo se detectaron mil 55 tomas de hidrocarburo, y es el segundo estado con mayor número de incidentes, sólo detrás de Puebla.

Sin embargo, las autoridades de la SSPH han negado que el tráfico de hidrocarburo sea controlado por algún grupo de delincuencia organizada.

Abandonan ganado

El municipio de González, en la zona sur de Tamaulipas, cuenta con 45 mil habitantes y es considerado por el Conapo como una zona media baja en marginación. Por su ubicación es señalado como una de las salidas hacia la zona centro del país.

De hecho se encuentra a menos de 280 kilómetros de Puebla, lo que a decir de las autoridades, podría explicar en parte la presencia de grupos dedicados al robo de combustible.

González en su momento fue uno de los mejores productores de ganado, y llegó a encontrarse en el tercer lugar de producción en Tamaulipas, pero el abigeato y el secuestro de ganaderos por parte del crimen organizado hizo mella en esta actividad.

La zona está controlada por el Cártel del Golfo de Tampico. Sus carreteras y veredas comunican con municipios como la zona temporalera de Ciudad Mante y con el municipio de Xiconténcatl, estas dos zonas son controladas por Zetas Vieja Escuela y el Cártel del Golfo.

También tienen conexión con los poblados de Tamuin, Ciudad Valles y El Naranjo pertenecientes al estado de San Luis Potosí, mientras que en el sur se comunican con Pánuco y Tempoal, pertenecientes a Veracruz.

Al parecer, la conectividad con diversas zonas facilita el traslado del combustible robado.

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