Alimentos son los productos que más roban; entre enero y diciembre de 2017 creció 6 por ciento el robo con violencia.
Los estados de Puebla y Tlaxcala registraron 18 por ciento de los asaltos violentos a trenes que se denunciaron en 2017. La entidad poblana es la segunda con mayor incidencia con 230 atracos, mientras que Tlaxcala es la octava del país al contabilizar 97 de estos actos.
Datos oficiales de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF) revelan que 10 entidades concentran 70 por ciento de los mil 752 rojos reportados el año pasado.
La ARTF también indicó que los productos más robados son los alimentos (44.4 por ciento); los productos terminados y de consumo (23.9 por ciento); piezas automotoras (18.8 por ciento) y de construcción (12.8 por ciento).
Estos delitos cometidos en Tlaxcala aumentaron 6 por ciento y representan el 5.5 por ciento del total nacional, mientras que Veracruz es la número uno con un total acumulado de 276 robos, seguida de Puebla con 230, Guanajuato 196, Querétaro 122; Coahuila 100, Estado de México 99 y Jalisco 98. Para Puebla, pese a la cifra alta anual, se reportó una baja de -16 por ciento.
Por otro lado, la red ferroviaria asentada en Tlaxcala no reportó siniestros o descarrilamientos pero sí registró 12 casos provocados por factores externos, número que representó una disminución anual de -60 por ciento respecto a 2016; del mismo modo, reportó 307 eventos vandálicos, sobre todo aquellos relacionados con el cierre de los angulares, la apertura de unidades, personas ajenas y obstrucción de vía.
Para contrarrestar los delitos en las rutas ferroviarias, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) destinará en el primer trimestre de 2018 la cantidad de 50 millones de pesos, cantidad que representa 30 millones más que lo destinado en 2017.
En Puebla, apenas ayer, la Secretaria de Seguridad Pública (SSP) reportó que elementos de la Policia Estatal atendió un reporte de personas intentando poner barricadas para detener el tren, en el tramo ferroviario de San Pedro a San José Guerrero, en San Pedro Temamatla, no obstante resultó una falsa alarma.