El empresario gasolinero acusó que la Policía le sembró drogas y armas durante el operativo de captura, con la finalidad de implicarlo.
Othón Muñoz Bravo «El Cachetes», quien el pasado agosto de 2017 fue detenido durante un operativo de la entonces Procuraduría General de la República, acusado del delito de «huachicolero», rompió el silencio tras casi dos años y aseguró que él es inocente de los delitos que se le imputan.
A través de una carta pública enviada a los principales medios de comunicación en el estado, «El Cachetes» afirmó que desde aquel día de agosto su vida y la de su familia han cambiado drásticamente, por lo que pidió a los periodistas conocer la verdad a fondo antes de descalificar.
Muñoz Bravo sostiene que fue mediante una «confusión» que se le imputó el delito de robo y comercialización de combustible y que con ello se violentaron sus derechos humanos, al punto que se le endilgó el mote de «El Cachetes», con lo cual están afectando también a su familia.
Asegura que pese a que el operativo fue encabezado en conjunto por la Secretaría de Marina -mismo al que calificó de intempestivo –él no estuvo detenido como en su momento sostuvieron muchos medios, y menos se le formuló la imputación de robo de combustible.
Acusa que «como las autoridades no encontraron delito por cuál acusarlo», lo implicaron en la venta de drogas y portación de armas, delitos graves que le fueron fabricados «como un traje a la medida».
El empresario a quien se ha identificado como uno de los principales patrocinadores de la campaña del fallecido gobernador Rafael Moreno Valle, finaliza su misiva diciendo que él es en realidad una víctima, puesto que así lo ha declarado el Poder Judicial a través de un amparo, e incluso, que ni siquiera se apoda «El Cachetes».
«Si no había salido a dar mi postura es por el sometimiento que he sufrido a través de las autoridades, el temor a sufrir alguna represalia y para salvaguardar a mi familia. Pero ¡ya basta!», afirma El Cachetes.