En la víspera de que la mujer y madre de dos hijos sea sepultada, su familia tiene incertidumbre por no tener claro que pasará con Javier V.
El feminicidio de Maribel Vázquez Carrasco no es muy diferente al de las miles de historias de feminicidio en Puebla o en el país. Su asesinato a manos del hombre que dijo amarla se convirtió en la cúspide de una década donde sus vecinos, amigos y familiares vieron como era maltratada y ahora temen que su abusador quede impune por omisiones de la autoridad.
Su asesinato ocurrió el 8 de marzo, mientras miles marchaban en el país para exigir un alto a los feminicidios, pero a 48 horas de los ocurrido sus familiares son los que padecen la falta de personal y de capacitación por parte de la Fiscalía General del Estado, quien incluso no contaba con un interprete certificado para tomar la declaración de la hija sordomuda de Maribel, quien fue testigo de los hechos.
En la víspera de que la mujer y madre de dos hijos sea sepultada, su familia tiene incertidumbre por no tener claro que pasará con Javier V., pues temen que por deficiencias pueda salir libre y la vida e maltrato que le dio a la víctima quede impune.
Peleas constantes y maltrato a sus hijos
En entrevista con e-consulta uno de los hermanos de Maribel narró que por casi 10 años que ella estuvo con Javier, algunos de sus familiares y vecinos fueron testigos de las peleas constantes que la pareja tenía y que en más de una ocasión involucraban golpes, no solo para ella sino también para sus hijos. Maribel tuvo dos hijos, un hombre que actualmente tiene 26 años y una mujer de 20; el primero tuvo que salir hace varios años de casa por los maltratos que le daba Javier, mientras que la segunda vivía con la pareja pero padecía la violencia a pesar de que muchas veces su madre fue golpeada por defenderla.
«Él quería que se deshiciera de sus hijos para que pudiera tener todo (…) Era un vividor, nos platican los vecinos que eran peleas constantes, donde había golpes, que sacaban a los niños a la calle», narró su familiar quien pidió mantenerse anónimo por temor a represalias.
Explicó que Maribel no solo sufrió maltrato físico, sino también económico y psicológico pues hace años tuvo que renunciar a un trabajo en el que llevaba mucho tiempo para poder recibir una liquidación y así poder pagar la reparación de un vehículo que chocó Javier, pero además tuvo que pagar el enganche para un nuevo automóvil que está a nombre de la madre de su hoy feminicida.
Del mismo modo los familiares criticaron que ella y sus hijos vivían al día, con ropa modesta y sin lujos que no podía costear su trabajo en una proveedora de Volkswagen, caso contrario a Javier, quien inicialmente trabajaba como conductor de la plataforma Uber pero después lo hacía como chofer particular para unos italianos. MP sin intérprete para una persona sordomuda El día del asesinato, Javier y Maribel habían ido al baño de vapor por la mañana. Volvieron a casa y fue ahí donde la pareja peleó.
Él le ordenó hacer algo a la hija de Maribel, ella la defendió, por lo que este sujeto envió a la joven sordomuda que se encerrara en un cuarto y que no saliera hasta que él se lo indicara. A través de un agujero en la puerta, la hija de Maribel vio como su madre era golpeada y después de varios minutos vio como la colocaban en el sillón de la sala, ya sin signos vitales.
La versión inicial de Javier fue que tras la discusión ella se había colgado en los tendederos de la zotehuela, situación que fue desmentida por la joven pero también por la necropsia, que arrojó una muerte por asfixia mecánica por estrangulación. Siendo una testigo presencial de los hechos, la hija de Maribel era vital para aportar su declaración, sin embargo el Ministerio Público de la Unidad de Flagrancia de la Fiscalía General del Estado en el C5, no contaba con un intérprete para la joven sordomuda, por lo que fue necesario que los familiares buscarán ayuda por parte del DIF.
«El Ministerio Público, el día que tomó el caso, me pidió un interprete aunque ellos tenían la obligación de proporcionarlo (…)
Conseguimos a una persona pero no nos la aceptaban porque no estaban certificados, después ya consiguieron una persona pero tampoco estaba certificada para tomar la declaración de la única testigo que era la hija sordomuda de Maribel», señaló un familiar.Destacaron que la hija de la víctima declaró en dos ocasiones, la primera lo hizo con mucha fluidez, pero en la segunda hecha ayer, el interprete que puso la FGE trató de confundir a la joven buscando que hablara de situaciones que no había visto o no le constaban, lo que hizo sospechar a los familiares de que se estaba teniendo un trato favorable hacia el feminicida.
Exigen justicia Ante este panorama, los familiares de Maribel manifestaron que el crimen y la historia de violencia que lo precede no pueden quedar impunes, por lo que exigen a la Fiscalía General del Estado y al Tribunal Superior de Justicia que tanto el Ministerio Público como el juez que conozca del caso, tomen en cuenta el maltrato al que ella estuvo sometida. Asimismo pidieron hacer todas las diligencias correspondientes para proporcionarle atención psicológica a la hija de Maribel, que a pesar de haber estado sometida a la presión de dar una declaración por atestiguar el asesinato de su madre, no ha recibido atención especializada para sobrellevar la situación.