En la casa donde vivía Aarón Varela, empezaron a colocarse los moños negros; pero hasta anoche todavía no había sido entregado el cadáver

El asesinato de Aarón Varela, precandidato de Morena a alcalde de Santa Clara Ocoyucan, ocurrido la madrugada de este jueves, no fue un robo y no se ha confirmado si este crimen tiene tintes políticos; sin embargo, las autoridades piden calma y paciencia para que la Fiscalía General del Estado (FGE) realice las investigaciones, las cuales siguen la pista una amenaza de muerte.

El político del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) falleció cuando fue blanco de tres balazos en el interior de su camioneta, la cual circulaba por San Antonio Cacalotepec, comunidad del municipio de San Andrés Cholula.

En la madrugada de este jueves fue encontrada la unidad y su cuerpo sin vida de este político, el cual presentaba tres heridas de arma de fuego: una de ellas prácticamente en la nuca, la cual habría provocado el deceso.

A través de su cuenta de Twitter, el candidato a gobernador, Luis Miguel Barbosa Huerta, consideró que Varela Martínez «fue asesinado cobardemente», por lo que en esta red social exigió «la aclaración de los hechos y el castigo a sus homicidas»; remató: «mis condolencias a sus familiares y amigos».

Para el secretario general de Gobierno, Diódoro Carrasco, este crimen no desestabiliza el proceso electoral. Asimismo, envió sus condolencias a la familia del político de Morena. No obstante, calificó el hecho como un «atentado brutal e incalificable».

«Es un tema muy lamentable, es un tema condenable, es un crimen incalificable; pero, tenemos instituciones y tenemos instancias para encontrar y castigar a los responsables».

A su vez, el titular de la FGE, Víctor Carrancá Bourget, reportó que Aarón Varela no fue asaltado y consideró posible que el precandidato haya conocido a su homicida, aunque se abstuvo de comentar si el precandidato había recibido amenazas de muerte.

«De momento, se descarta el robo, ya que se encontraron las pertenencias de la persona dentro de la unidad, entre ellas un teléfono celular, que será sometido a análisis forense».

El funcionario reveló que los familiares de la víctima aportaron un dato importante a la investigación: una llamada telefónica, sin embargo, reservó la información sobre el tema de esta comunicación.

«Dadas las condiciones en que se encontró el vehículo: encendido, con la palanca en neutral y la víctima aún con el cinturón de seguridad puesto, además de la ventanilla abierta, existe la posibilidad de que conociera a su agresor.

Al final de la tarde, en la casa donde vivía Aarón Varela, empezaron a colocarse los moños negros. Todavía no había sido entregado el cadáver; sin embargo, la familia estaba ya preparada para iniciar el funeral.

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