Estos presuntos plagiarios continúan bajo investigación debido a que se les relaciona con otros secuestros en Tlaxcala y Veracruz
A un año de ser secuestrado el empresario, Álvaro Meneses Curiel de 55 años de edad en Tlaxcala, uno de sus tres raptores –detenido por la Gendarmería de la Policía Federal– confesó donde asesinaron y sepultaron de manera clandestina el cuerpo, por lo que fue exhumado. Los plagiarios exigían como rescate un millón de pesos y pese a que se pagó una cantidad acordada lo ultimaron.
Los detenidos, originarios de Martínez de la Torre, Veracruz, Antonio Caberara Huerta, Juan Manuel Duarte y el jefe de la banda Adrián Alberto González Bravo “El Ojitos”, presos en el Cereso de Apizaco, Veracruz y en Jalapa, enfrentan un proceso penal por los delitos de secuestro y homicidio calificado, por lo que podrían alcanzar hasta 50 años de prisión.
Estos presuntos plagiarios continúan bajo investigación debido a que se les relaciona con otros secuestros en Tlaxcala y Veracruz, además de otras actividades ilícitas, pues para enganchar a sus víctimas, se hacen pasar como empresarios y acuden a restaurantes y bares donde se hacen de amigos y al seleccionar a sus víctimas las secuestran.
El secuestro del empresario del ramo del transporte Álvaro Meneses Curiel, ocurrió el pasado 29 de julio del 2017 en Huamantla, Tlaxcala, al salir de un bar cerca de su domicilio. Fue en los momentos en que abordaba su camioneta color vino cuando fue privado de su libertad a mano armada en su propio vehículo.
Desde ese momento, los plagiarios exigieron como rescate un millón de pesos y tras acordar una cantidad menor, se pidió una prueba de vida, la cual nunca pudieron dar a la familia. La investigación continuaba por parte de la Procuraduría de Tlaxcala y la Gendarmería de la Policía Federal hasta que se logró la captura de estos tres individuos en un operativo en Tuxpan, Veracruz.
Pese a los exhaustivos interrogatorios por parte de la policía, los detenidos no revelaron que habían hecho con el empresario secuestrado. Fue hace unos días, cuando uno de los detenidos confesó que en el patio de una casa localizada a unos 30 kilómetros de Huamantla cerca del Carmen Tequesquitla y hacia el oriente, habían asesinado y sepultado de manera clandestina el cuerpo del empresario.
Peritos y el Ministerio Público acudieron a la propiedad donde reveló el detenido donde habían enterrado el cuerpo del empresario y al iniciar las excavaciones hallaron los restos humanos del hombre de negocios del transporte Álvaro Meneses Curiel.
El Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia de Tlaxcala cuenta con estas evidencias y pruebas para poder comprobar al juez la responsabilidad de los tres detenidos en los delitos de secuestro y homicidio calificado en agravio del empresario Álvaro Meneses Curiel y el impartidor de justicia pueda darles una sentencia ejemplar.