“Se ubicaron domicilios de empresas vinculadas con las aplicaciones de préstamos que funcionan como call centers, en dichas empresas se emplea a personas para efectuar llamadas telefónicas y mensajes de cobranza”.
En Puebla y al menos otros ocho estados del país, operaban cuatro call centers de «montadeudas» en las colonias Narvarte, San Rafael, Santa María la Ribera y Centro de la Ciudad de México, donde fueron detenidas 24 personas, entre ellas cinco personas de origen asiático.
El operativo realizado en el operativo realizado por la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) fueron decomisados más de 700 equipos telefónicos, más de 400 compus, 85 laptops, 15 mil chips usados para extorsionar y la desactivación de más de 90 aplicaciones (apps) relacionadas con esta red internacional, la cual imponía tasas de interés diarias impagables y para solicitar el pago a los supuestos deudores, les enviaban mensajes intimidantes, amenazas, imágenes y videos para extorsionarlos.
El titular de la SSC, Omar García Harfuch, explicó el cateo en 12 domicilios de las alcaldías Cuauhtémoc, Benito Juárez, Coyoacán e Iztapalapa, donde había denuncias sobre fraude y extorsión.
“Se ubicaron domicilios de empresas vinculadas con las aplicaciones de préstamos que funcionan como call centers, en dichas empresas se emplea a personas para efectuar llamadas telefónicas y mensajes de cobranza”.
Más de mil personas trabajaban en estos sitios en diversas áreas, como reclutamiento, cobranza ordinaria y cobranza con alto grado de agresión, según lo dicho por el funcionario capitalino en conferencia de prensa; sin embargo, al mome nto del operativo, estaban casi 600.
«A través de las aplicaciones, ofrecían préstamos a los usuarios de las mismas; después, de forma amenazante y poniendo en riesgo la seguridad de las personas, exigían réditos impagables y fuera de toda norma»
La Secretaría descubrió que varias empresas eran coordinadas desde China, y que otras más operaban en Estado de México, Sinaloa, Puebla, Jalisco, Baja California, Nuevo León, Hidalgo, Querétaro y hasta Colombia, desde donde extorsionaban a la gente.