Las observaciones fueron hechas a las cárceles de Acatlán de Osorio, Libres, San Pedro Cholula y Tepeaca, refiere el Informe de Supervisión ISP-9/2018
Autogobierno, presencia de fauna nociva, inexistencia de áreas para mujeres; sobrepoblación, deficiencias en la alimentación, irregularidades en la aplicación de medidas disciplinarias, son algunas de las anomalías que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) detectó en los Ceresos de Acatlán de Osorio, Libres, San Pedro Cholula y Tepeaca.
Por ello, el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNPT) de la CNDH, nuevamente, emitió una serie de recomendaciones al gobierno de Puebla por las malas condiciones que persisten.
A través de su Informe de Supervisión ISP-9/2018 dirigido al gobernador José Antonio Gali Fayad y a los ediles María del Carmen Nava Martínez, Francisco Xavier Rodríguez Rivero, Luis Alberto Arriaga Lila y, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, munícipes de Acatlán de Osorio, Libres, San Pedro Cholula y Tepeaca, respectivamente, se les pide diseñar una política penitenciaria encaminada a mejorar el sistema y la infraestructura con enfoque de género.
Asimismo, se les exige hacer una distribución equitativa que evite áreas con hacinamiento; capacitar al personal y realizar una evaluación sobre los requerimientos de los centros visitados, para que todas las personas privadas de la libertad tengan acceso a las actividades de carácter deportivo, educativo, laboral y de capacitación necesarias.
Lo anterior, luego de que visitadores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) también encontraron: inexistencia de actividades laborales remuneradas; sin actividades educativas y deportivas.
Sin protocolos de actuación
Destaca que ninguno de los centros cuenta con un reglamento y protocolos de actuación en caso de incidentes violentos, además de que hay deficiencias en la atención, capacitación y personal de seguridad y custodia, y de supervisión por parte de una autoridad inmediata superior.
Además se advierte que las medidas disciplinarias incluyen castigos que van de seis, ocho, diez meses y hasta un año, aunado a la falta de actividades educativas, deportivas y que en ninguno se detectó que los presos pudieron ejercer actividades laborales remuneradas.
En los tres Ceresos Distritales y el regional de San Pedro Cholula, una constante fue la inconformidad por la alimentación, ya que solo reciben dos alimentos al día o 150 pesos mensuales por persona, para que adquieran su despensa y preparen su comida, es decir en promedio 5 pesos por día.
Todas estas irregularidades afectan la calidad de vida de las personas privadas de la libertad, ya que “menoscaban el respeto a la dignidad humana y constituyen formas de maltrato”, destaca el documento.
Las recomendaciones
EL MNPT recomendó a las autoridades garantizar que las personas privadas de la libertad cuenten con los espacios adecuados para cocinar y recibir alimentos cuyo valor nutritivo y cantidad sea suficiente para el mantenimiento de su salud.
Además se les pide que se suministre regularmente agua potable y se evalué el equipamiento de las instalaciones y la construcción de los espacios que reúnan las condiciones de habitabilidad que permitan a las personas tener una estancia digna.
Se hace especial hincapié en que diseñen una política penitenciaria que mejore el sistema e infraestructura con enfoque de género, además de que se implementen programas para prevenir situaciones de peligro, emergencia o eventos violentos.
Insiste en que se asigne suficientes elementos de seguridad y custodios capacitados con lo que además podrían reducir los casos de autogobierno.