Al menos cuatro vehículos fueron desvalijados en el estacionamiento del estadio Cuauhtémoc, pese a que, para evitar cualquier robo, supuestamente hay «cuidadores», quienes todavía, sin pudor, pidieron su propina a los víctimas del crimen.
Las unidades son propiedad de profesores que dejan ahí sus unidades y tomar autobuses rentados por el gobierno estatal para trasladarse a las escuelas del interior del estado, donde dan clases de nivel básico.
Los maestros culparon de este delito a simpatizantes de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre (UPVA-28), pues esta organización trata de manteber el monopolio de esta zona del estadio Cuauhtémoc, pese a que no haya partidos, ni espectáculos en los estadios y el Auditorio GNP.
Cabe destacar que los ladrones huyeron con faros y calaveras, por lo que hasta en uno de los casos dejaron tirada la facia delantera; también cargaron con una consola, lo que provocó la destrucción casi total del tablero.
Mención aparte dieron a los supuestos cuidadores que están en el estacionamiento del estadio Cuauhtémoc, porque les exigen dinero para vigilar sus vehículos que dejan frente al gimnasio Miguel Hidalgo, pues pese al hurto, no tuvieron vergüenza para requerir la propina de todos los días.
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