Después de solicitar información al OFS sobre la cuenta pública recibió agresiones laborales, amenazas de muerte y violencia de género.
La síndico del municipio de San Juan Huatzinco, Maribel Muñoz Ramírez, denunció violencia política de género y amenazas de muerte por parte de familiares del presidente municipal Alfredo Valencia Muñoz.
Durante el foro «Igualdad… No violencia», Muñoz Ramírez señaló que las amenazas y agresiones se originaron cuando inició con el estudio exhaustivo de la cuenta pública sobre la distribución y uso de los recursos municipales que solicitó al Órgano de Fiscalización Superior (OFS). A partir de ese momento, el presidente municipal y miembros del cabildo la acusaron de «traidora».
Maribel Muñoz comentó que le redujeron los suministros materiales y humanos para realizar sus actividades y desde las redes sociales recibió amenazas de muerte.
«Voy a matar a la traidora del pueblo» leyó en la cuenta de facebook de uno de los hijos de Alfredo Valencia Muñoz que circuló en la zona mientras el sobrino orquestaba el acoso laboral que incluye a la mayoría del personal del municipio. El 5 y 28 de julio, cerca de la media noche, dos sujetos abordo de una motocicleta dispararon cerca de su hogar.
Maribel mencionó que los señalamientos constantes y la amenazas han marcado su reputación y acusó que incluso en unos medios electrónicos ha sido revictimizada.
«Soy una prueba viviente de violencia que estoy padeciendo en estos momentos en mi municipio por parte del presidente municipal, regidores y personal muy allegado a él, que los turna para agredirme de una manera violenta y someterme de una manera agresiva con ataques también por parte de familiares del presidente», señaló.
En el Patio Vitral del Congreso, pidió a los integrantes de la LXIII Legislatura, atender las irregularidades financieras y garantizar su seguridad física, moral y laboral.
Del mismo modo, solicitó a las autoridades que atiendan la violencia política que ha derivado en agresiones enfocadas en el género y amenazas contra su integridad y la de su familia.
«Hablar es mi protección, pero sé que en el momento de llegar hoy a la oficina me los reprocharán y seguiré viviendo acoso y violencia (…), temo por mi seguridad y a veces llego a pensar que el presidente tiene razón cuando dice que las mujeres estamos solas, pero eso no es cierto», comentó.