La juzgadora levantó la prisión preventiva oficiosa impuesta al integrante de las fuerzas armadas, además le concedió la posibilidad de viajar a la Ciudad de México

El sargento del Ejército Mexicano, José Isidro Gómez Hernández, recuperó esta noche su libertad esta noche, después de ser absuelto por una juez federal, quien consideró que la Procuraduría General de la República (PGR) no aportó las pruebas suficientes para demostrar su culpabilidad en la ejecución extrajudicial de un presunto huachicolero que estaba boca abajo durante el operativo realizado el pasado 3 de mayo de 2017 por los uniformados en Palmarito Tochapan, comunidad del municipio de Quecholac.

En la audiencia pública realizada este miércoles dentro de la causa 435 en el Centro de Justicia Penal Federal, la juzgadora levantó la prisión preventiva oficiosa impuesta al integrante de las fuerzas armadas, además le concedió la posibilidad de viajar a la Ciudad de México, donde vive su familia, y anunció que el próximo 22 de este mes dictará sentencia.

En entrevista, Gómez Hernández dijo que estaba confiado en que la defensa de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), encabezada por Miguel Carrasco Hernández, defensor general Militar, lograría su absolución; además, destacó que por fin conocerá a su hijo Esau, quien nació hace 8 meses y que, hasta el momento, no ha visto.
De acuerdo a lo expuesto por la juez, las pruebas aportadas por la PGR nunca le permitieron “alejarme de la presunción de inocencia”; por el contrario, resaltó que mantiene dudas sobre sus acusaciones.

Cabe resaltar que al menos tres horas requirió la juzgadora para explicar sus conclusiones, las cuales partieron de que ninguno de los testigos -todos compañeros del Séptimo Batallón de Infanteria- señaló directamente al sargento de haber cometido el crimen; es más, hubo algunos que si bien en su declaración ministerial hicieron una acusación, después se retractaron y hasta dijeron que inicialmente firmaron actas que no les permitieron leer.

Por otra parte, abundó que hubo errores en la necropsia, los cuales impidieron saber a qué distancia se hizo el disparo en contra de quien sólo identificó como NJR, lo que al final provocó que el perito de Mecánica de Lesiones tampoco pudiera explicar cómo fue cometido el homicidio.

Según su narrativa, la fiscalía nunca demostró que el homicidio fue cometido con el fusil asignado a José Isidro, pues no coincidieron las huellas de las balas y casquillos, lo que en algún momento provocó que la PGR acusara alteración de pruebas o modificación del cañón del arma, sin que haya podido demostrarlo durante el desarrollo del juicio que duró más de un año.

La juez subrayó que hubo un asesinato, «eso no hay duda», y es posible verlo en el video, no así reconocer a la persona que cometió este delito, pese a que el material audiovisual obtenido no fue editado.

Cabe recordar que el proceso penal en contra del militar inició tras la difusión en YouTube de unos videos de un circuito cerrado instalado en Palmarito Tochapan, el cual grabó el enfrentamiento entre presuntos ladrones de hidrocarburo y el Ejército, sobre todo cómo uno de los militares, presuntamente el sargento José Isidro, tiene a un civil contra el piso y apuntándole con su arma de cargo, para después dispararle directo a la cabeza.

José Isidro salió como a las 8.30 de la noche del Centro de Justicia Penal Federal, ataviado con un traje gris y en el exterior había media docena de vehículos con soldados armados, además de sus abogados, quienes lo condujeron a la capital del país; «voy a continuar con mi carrera en las Fuerzas Armadas», dijo.

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