Esta se convierte en la segunda píldora anticonceptiva masculina que supera con éxito la primera fase de ensayos clínicos en humanos, sin efectos secundarios.
Un último éxito vaticina un periodo de diez años para la venta de la primera píldora masculina
La carrera hacia la obtención de la primera píldora anticonceptiva masculina efectiva continúa y cada vez son más los corredores que se unen a ella.
El año pasado por estas fechas, en la reunión anual de la Endocrine Society, celebrada en Chicago, un equipo de científicos de la Universidad de Washington y el Instituto de Investigación Biomédica de Los Ángeles dio a conocer los resultados de la fase I del ensayo clínico en el que habían puesto a prueba un compuesto llamado dimendrolona undecanoato (DMAU), con muy buenos resultados.
Justo ayer se volvía a celebrar el mismo congreso, ahora en Nueva Orleans, y entre los trabajos presentados de nuevo se encontró el exitoso fin de la primera fase de pruebas en humanos de una píldora anticonceptiva masculina, esta vez a base de dodecilcarbonato de 11-beta-metil-19-nortestosterona, o 11-beta-MNTDC.
Como en la otra ocasión, será necesario esperar a la fase II, pues ha sido en esta en la que se han detenido las pruebas de otros fármacos que también parecían prometedores, aunque los científicos detrás del estudio se muestran positivos al respecto y esperan que esta u otra opción similar puedan estar en el mercado en no más de diez años.
Imitando a la testosterona En fase I, los ensayos clínicos suelen incluir a un número reducido de voluntarios sanos, normalmente entre 20 y 100, y tienen como objetivo comprobar cómo actúa el fármaco sobre el organismo humano, ya que hasta entonces solo se habría probado en cultivos celulares o modelos animales de experimentación.
Los voluntarios tomaron el fármaco una vez al día, durante un mes, con muy buenos resultados
En el caso de este nuevo compuesto, que ha sido desarrollado por el mismo equipo de investigadores que el anterior, intervinieron en la fase I del ensayo clínico 40 hombres sanos, de los cuales 10 tomaron un placebo y los otros 30 el fármaco de estudio, aunque 14 lo hicieron con una dosis diaria de 200 miligramos y los 16 restantes de 400 miligramos.
Todos ellos siguieron esta rutina durante 28 días, tras los cuales se procedió a analizar los efectos secundarios y la acción del compuesto sobre la generación de espermatozoides.
Todos los que habían tomado el 11-beta-MNTDC experimentaron un claro descenso en la cantidad promedio de testosterona circulante, que llegó a igualarse a la de los hombres que padecen deficiencia de andrógenos.
Por otro lado, apenas se dieron efectos secundarios destacables. La razón, según explica en un comunicado de prensa la investigadora principal del estudio, Christina Wang, es que este compuesto emula la acción de la testosterona en la mayoría de sistemas del organismo sobre los que tiene una función, pero impide que se concentre en los testículos a niveles suficientes para generar esperma.
De cualquier modo, sí que se reportaron casos leves de acné, fatiga o dolor de cabeza.
Además, cinco hombres experimentaron un pequeño descenso en su deseo sexual y dos describieron haber sufrido disfunción eréctil leve.
De cualquier modo, todos pudieron tener una actividad sexual plena y ninguno necesitó interrumpir el tratamiento a causa de sus efectos adversos
Diferente es el caso de otros métodos anticonceptivos masculinos estudiados en el pasado, como un fármaco inyectable que en 2016 fue detenido en fase II, después de que 16’9% de los 320 hombres que participaron en el estudio sufrieran depresión, en algunos casos tan severa como para desencadenar un suicidio y un intento que afortunadamente no pudo llevarse a cabo.
Por ahora, ni la píldora presentada el año pasado ni la que se ha dado a conocer este año parecen desencadenar efectos secundarios tan potentes, aunque habrá que esperar a la segunda fase, en la que participará un número mayor de voluntarios, con relaciones sexuales estables y deseo de no concebir.
Finalmente, los autores del estudio advierten que la supresión óptima de esperma se daría pasado un periodo de entre 60 y 90 días, por lo que los 28 días que ha durado esta fase del estudio serían insuficientes para obtener conclusiones definitivas y sería necesario que las próximas fases se prolonguen durante un periodo más largo.
Habrá que esperar. Mientras tanto, el preservativo sigue siendo el mejor amigo del hombre que quiere poner su granito de arena en la anticoncepción.