La llamada luz azul que desprenden las pantallas digitales podría provocar fatiga visual y promover la aparición de los errores de refracción que limitan la capacidad del ojo humano de ver con claridad.
El uso excesivo y descontrolado de los dispositivos electrónicos pone en riesgo la visión de los niños, quienes pueden presentar problemas de miopía, fatiga visual y, en el peor de los casos, desarrollar afecciones oculares más severas.
Salud Digna, asociación civil que contribuye a que cada día más personas tengan servicios de prevención y diagnóstico a precios disruptivamente bajos, recomienda educar a los niños en el uso moderado de estos dispositivos, utilizar una correcta iluminación en las habitaciones y descansar la vista observando objetos lejanos, además de llevar a cabo una visita al optometrista de manera anual.
De acuerdo con Salud Digna, es importante saber que la llamada luz azul que desprenden las pantallas digitales podría provocar fatiga visual y promover la aparición de los errores de refracción que limitan la capacidad del ojo humano de ver con claridad.
“Tener una buena visión es fundamental para el aprendizaje, pues de ello depende el éxito o el fracaso escolar. Lamentablemente, este tipo de problemas no se detectan hasta que ha impactado en las calificaciones de los niños y jóvenes con problemas de visión, generándoles inseguridad y problemas de autoestima”, destacó Juan Carlos Ordóñez, director general de Salud Digna.
Algunos síntomas derivados de un uso prolongado de los dispositivos móviles son la miopía, la visión transitoria, dificultad de enfoque de distancias, sensibilidad al brillo de la luz, incomodidad ocular, dolor de cabeza y ojos irritados, además de ojos secos o cansados.
Prevenir la aparición de la fatiga visual es posible, si se siguen una serie de recomendaciones, como utilizar una iluminación adecuada y suficiente evitando los reflejos en la pantalla; descansar 20 segundos cada 20 minutos mirando a objetos situados a una distancia de seis metros o más, o colocar la pantalla a una distancia mínima de 30 cm en el caso de móviles y tabletas. Además, se aconseja acudir a revisión con el optometrista al menos una vez al año para verificar la calidad de la visión.