Las niños de las familias que usaron las recetas saludables o que comieron en horarios fijos lograron un peso más saludable en relación con su estatura.

La Universidad de Edimburgo dio a conocer un estudio donde recomienda un kit de comidas sencillas, accesibles y bien equilibradas, que  puede mantener a los niños sanos durante más tiempo.

El estudio fue elaborado por investigadores de la Universidad de Edimburgo y la Universidad de Bath y en él participaron 285 familias de Edimburgo y Colchester.

Se solicitó a las familias seguir el programa que se les asignó durante 12 semanas o continuar con lo que normalmente hacían. Los investigadores vigilaron sus avances durante tres años.

Uno de los programas incluyó a familias de bajos ingresos a quienes se entregaron recetas sencillas para cocinar cinco comidas saludables a la semana. El índice de masa corporal (IMC) de los niños de estas familias se redujo en comparación con los niños que continuaron con sus patrones de alimentación habituales, indicó el estudio.

Otra iniciativa, que alentó a las familias a comer en horarios regulares y a suspender los bocadillos durante tres meses, tuvo un efecto similar en el IMC de los niños durante el primer año, pero sus beneficios se desvanecieron con el tiempo.

En general, los investigadores encontraron que los niños de las familias que usaron las recetas saludables o que comieron en horarios fijos bajaron entre cinco y seis puntos porcentuales en la distribución del IMC, con lo que lograron un peso más saludable en relación con su estatura.

«Nuestros resultados indican que los hábitos alimentarios son más maleables al inicio de la vida que después», dijo la profesora Michele Belot de la Universidad de Edimburgo.
    

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