La lactancia materna es la mejor forma de alimentación para los bebés. Aún así, la industria de la fórmula láctea se hace cada vez más grande.
Los padres y las mujeres embarazadas de todo el mundo están expuestos a la publicidad agresiva de la leche de fórmula para bebés, según un informe presentado conjuntamente por dos agencias de la ONU este martes.
El informe “Cómo influye la comercialización de la leche de fórmula en nuestras decisiones sobre la alimentación infantil”, elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), se basa en entrevistas con padres, mujeres embarazadas y trabajadores sanitarios de ocho países.
Más de la mitad de los encuestados reconocieron haber sido blanco de las empresas de leche de fórmula.
Una comercialización invasiva
Ambas agencias sostienen que esta industria, cuyo valor asciende actualmente a la asombrosa cifra de 55.000 millones de dólares, ejecuta sistemáticamente estrategias de marketing poco éticas para influir en las decisiones de los padres sobre la alimentación de sus hijos, así como prácticas abusivas que comprometen la nutrición infantil y violan los compromisos internacionales.
«Este informe muestra muy claramente que la comercialización de la leche de fórmula sigue siendo inaceptablemente generalizada, engañosa y agresiva», dijo el director general de la agencia para la salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, que pidió que se adopten y apliquen «urgentemente normas sobre la comercialización abusiva para proteger la salud de los niños».
Entre las distintas técnicas de marketing figuran la publicidad selectiva en línea no regulada e invasiva; el patrocinio de redes de asesoramiento y servicios de asistencia telefónica; la oferta de promociones y regalos gratuitos, y la influencia en la formación y las recomendaciones de los trabajadores sanitarios.
En contra de la lactancia materna
El informe subraya que la industria suele ofrecer a los padres y al personal sanitario información falsa y sin fundamento científico, y que además viola el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, un acuerdo histórico de salud pública para proteger a las madres de la comercialización agresiva de la industria de alimentos infantiles.
Tras encuestar a 8500 padres y mujeres embarazadas, y a 300 trabajadores sanitarios de todo el mundo, el informe descubrió que la exposición a esta comercialización de la leche de fórmula llegó al 84% de todas las mujeres encuestadas en el Reino Unido, al 92% en Vietnam y al 97% en China, lo que aumenta su probabilidad de elegir la alimentación con fórmula.
«Los mensajes falsos y engañosos sobre la lactancia con fórmula constituyen un obstáculo importante para la lactancia materna, que sabemos que es mejor para los bebés y las madres «, declaró la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell.
Desmontar mitos sobre la lactancia
A pesar de que, en todos los países encuestados, las mujeres expresaron la preferencia por amamantar como forma exclusiva para alimentar a sus hijos —con un 49% en Marruecos y el 98% en Bangladesh—, el informe expone cómo un flujo de mensajes está reforzando ciertos mitos sobre la lactancia y la leche materna, y socavando la confianza de las mujeres en su capacidad para amamantar con éxito.
Russell pidió «políticas, legislación e inversiones sólidas en materia de lactancia materna» para proteger a las mujeres de estas prácticas comerciales inmorales y darles acceso «a la información y el apoyo que necesitan para criar a sus familias».
Algunos de los mitos que se refuerzan a través de estas informaciones falseadas son que la leche materna no se adapta a las necesidades nutricionales del neonato, que se ha demostrado que los sucedáneos de la leche materna contienen sustancias que mejoran el desarrollo y la inmunidad del niño, que estas leches artificiales sacian a los bebés durante más tiempo y que la calidad de la leche materna disminuye con el tiempo.
Según los datos, la lactancia materna en la primera hora de vida, seguida de la lactancia exclusiva durante seis meses y la lactancia continuada hasta los dos años o más, ofrece una poderosa línea de defensa contra todas las formas de desnutrición infantil.
Asimismo, la lactancia materna también actúa como la primera vacuna de los bebés, protegiéndolos contra muchas enfermedades comunes de la infancia y reduciendo también los riesgos futuros de diabetes, obesidad y algunas formas de cáncer en las madres lactantes.
La agencia sanitaria concluye que la lactancia materna es la mejor manera de proporcionar a los bebés los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables, y puede evitar el 13% de las muertes infantiles.
Las ventas de leche de fórmula duplicadas en 20 años
A pesar de los claros beneficios de la leche materna, en todo el mundo solo el 44% de los bebés menores de seis meses se alimentan exclusivamente con leche materna.
Por un lado, las tasas mundiales de lactancia materna han aumentado muy poco en las dos últimas décadas, mientras que las ventas de leche artificial se han duplicado con creces en aproximadamente el mismo tiempo.
De forma alarmante, el informe señala, además, que la industria de nutrición infantil se acerca a los trabajadores sanitarios de todos los países con regalos promocionales, financiación de sus proyectos de investigación e incluso comisiones de venta para influir en las nuevas madres en su elección de alimentación.
Más de un tercio de las mujeres encuestadas dijeron que un trabajador sanitario les había recomendado una marca específica de leche de fórmula.
Cómo combatir estas prácticas abusivas
Tras la presentación del informe, las dos agencias de la ONU y sus asociados instaron a los gobiernos, al personal sanitario y los fabricantes de alimentos para lactantes a poner fin a la promoción indebida de estos productos y aplicar y cumplir plenamente el Código Internacional.
Establecieron para ello las siguientes recomendaciones:
- Promulgar, hacer cumplir y controlar la observancia de leyes para evitar la promoción de la leche de fórmula de acuerdo con el Código Internacional, lo cual incluye prohibir que los fabricantes hagan declaraciones nutricionales y de salud
- Invertir en políticas y programas de ayuda a la lactancia materna, por ejemplo, ofreciendo bajas remuneradas por maternidad y paternidad de conformidad con las normas internacionales, y desarrollar actividades de apoyo a la lactancia materna que tengan una calidad suficiente
- Exigir a los fabricantes que se comprometan públicamente a cumplir plenamente el Código Internacional y las resoluciones posteriores de la Asamblea Mundial de la Salud en todo el mundo
- Prohibir al personal sanitario que acepte el patrocinio de empresas que comercializan alimentos para lactantes y niños pequeños, ya sea a través de becas, premios, subvenciones, reuniones o eventos.