El exceso de aminoácidos de una dieta alta en proteínas activa una proteína en los macrófagos llamada mTOR

Las dietas altas en proteínas no sólo ayudan a perder peso y desarrollar músculo sino que, también, pueden aumentar el riesgo de infarto ya que favorecen la aparición de placas en las arterias, según ha evidenciado un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington (Estados Unidos) en un estudio realizado en ratones y publicado en la revista ‘Nature Metabolism‘.

«La popularidad de estas dietas en los últimos años se debe a que se han demostrado que ayudan a perder peso, pero los estudios realizado en animales, e incluso algunos epidemiológicos en personas, las han relacionado con la aparición de problemas cardiovasculares», han dicho los investigadores.

Por este motivo, quisieron analizar si realmente existía un vínculo causal entre estas dietas y la mala salud cardiovascular, para lo cual alimentaron con altas dosis de grasas y proteínas a ratones con el fin de provocarles ateroesclerosis.

Para ver si la proteína tenía un efecto sobre la salud cardiovascular, triplicaron la cantidad de proteína a los ratones, manteniendo constantes las grasas. Los ratones en la dieta alta en grasas y alta en proteínas desarrollaron una peor aterosclerosis que los ratones con dieta alta en grasas.

«En ratones con una dieta alta en proteínas, sus placas son un cementerio de macrófagos. Muchas células muertas en el núcleo de la placa hacen que sea extremadamente inestable y propensa a la ruptura. A medida que la sangre fluye más allá de la placa, esa fuerza, especialmente en el contexto de la presión arterial alta, ejerce mucho estrés, lo que favorece la aparición de un infarto», han explicado los expertos.

Para comprender cómo el alto contenido de proteína en la dieta podría aumentar la complejidad de la placa, estudiaron el camino que toma la proteína después de que ha sido digerida y descompuesta en sus bloques de construcción originales, llamados aminoácidos. Así, descubrieron que el exceso de aminoácidos de una dieta alta en proteínas activa una proteína en los macrófagos llamada mTOR, la cual le dice a la célula que crezca en lugar de realizar sus tareas de limpieza doméstica.

Las señales de mTOR cierran la capacidad de las células para limpiar los desechos tóxicos de la placa, y esto desencadena una cadena de eventos que resulta en la muerte de los macrófagos. En este sentido, los investigadores encontraron que ciertos aminoácidos, especialmente la leucina y la arginina, eran más potentes en la activación de mTOR y descarrilaron a los macrófagos de sus tareas de limpieza, lo que condujo a la muerte celular.

«Un estudio futuro podría analizar dietas altas en proteínas con diferentes contenidos de aminoácidos para ver si eso podría tener un efecto sobre la complejidad de la placa. La muerte celular es la característica clave de la inestabilidad de la placa. Si pudiera evitar que estas células mueran es posible que no reduzca la placa, pero reduciría su inestabilidad», han zanjado.

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