Los titíes con mayor ansiedad de rasgo tenían altos niveles de expresión génica para los transportadores de serotonina en sus amígdalas.
Una nueva investigación ha comprobado que el aumento de los niveles de transportadores de serotonina en la amígdala puede ser el culpable de que algunas personas sean más propensas a la ansiedad, según una investigación en monos titíes publicada en ‘JNeurosci’ la primera revista de la Society for Neuroscience. Tratar directamente la amígdala con medicamentos contra la ansiedad podría proporcionar un alivio más rápido.
El mismo evento o conjunto de circunstancias de la vida podría llevar a una persona a las profundidades de la ansiedad o la desesperación mientras otras no se ven afectadas en absoluto. Esta distinción, llamada rasgo de ansiedad, surge de las proteínas involucradas en la señalización de la serotonina, un neurotransmisor implicado en la ansiedad y la depresión.
Los investigadores midieron el nivel de expresión génica para los genes que codifican los transportadores de serotonina, la proteína encargada de limpiar la serotonina después de su liberación, y aquellos que codifican los receptores en los titíes.
Se centraron en las áreas del cerebro involucradas en el procesamiento emocional, como la amígdala y la corteza prefrontal. Los titíes con mayor ansiedad de rasgo tenían altos niveles de expresión génica para los transportadores de serotonina en sus amígdalas.
El equipo de investigación administró inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), un medicamento común para la ansiedad, directamente en las amígdalas de los titíes ansiosos. Esto proporcionó un alivio inmediato de los síntomas, un efecto que normalmente tarda varias semanas en aparecer si el medicamento se toma por vía oral.