Detección temprana y tratamiento oportuno permiten en la mayoría de los pacientes preservar las funciones cerebrales al cien por ciento, especialista.

Más de 2.5 millones de mexicanos viven con epilepsia y uno de los principales problemas que enfrentan es la exclusión social derivada de las crisis convulsivas que presentan, por ello, en el Día Mundial de la Epilepsia o Día Púrpura, el Director General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Luis Antonio Ramírez Pineda, llamó a la población a ser comprensiva e incluyente con los pacientes y sus familiares.

Por su parte, la Jefa del Servicio de Neurología del Centro Médico Nacional (CMN) “20 de Noviembre”, Lilia Núñez Orozco, comentó que “esta enfermedad no es un fenómeno antinatural, los pacientes no causan daño a los demás y no es contagiosa; el paciente epiléptico como cualquier otro enfermo tiene derecho a la comprensión, a la inclusión social, a la educación y al trabajo”.

La detección temprana y el tratamiento oportuno permiten en algunos casos curar a los pacientes y en otros disminuir daño cerebral.

“Cuanto más tiempo el cerebro esté dando descargas anormales más posibilidades hay de que estas se perpetúen y extiendan; en cambio si se controlan se puede modificar favorablemente el pronóstico y las personas mantengan sus facultades mentales al 100 por ciento y no enfrenten problemática sicosocial”, afirmó la especialista.

Informó que contrario a lo que se piensa, solo 25 por ciento de los pacientes con epilepsia llegan a desarrollar alteraciones de la personalidad y afectaciones en sus facultades mentales de memoria, concentración y capacidad de juicio, que les ocasiona discapacidad social.

Los ataques epilépticos en los que los pacientes se convulsionan son de los síntomas más conocidos de esta enfermedad, sin embargo, la especialista Lilia Núñez Orozco, explicó que hay síntomas sutiles a los que hay que prestar atención, como:

Presentación recurrente de crisis de ausencia en las que las personas se desconectan de la realidad por unos segundos;

La percepción de olores raros;

Sensación rara en el estómago;

Parpadeo involuntario durante segundos;

Adormecimiento o movimientos anormales en un segmento corporal, que a veces no se les da importancia y pueden ser un indicio temprano de epilepsia

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