La adicción a los smartphones se ha convertido en uno de los problemas más serios en la sociedad moderna, afectando principalmente a los jóvenes. De acuerdo con tres reconocidos expertos en psicología, Lee Fernandes, Marc Masip y Alfredo Oliva, el uso excesivo de dispositivos móviles y redes sociales está teniendo graves repercusiones en la salud mental y las relaciones interpersonales. A continuación, se analizan las causas de esta adicción y algunas recomendaciones para prevenirla.
¿Cómo comienza la adicción a los smartphones?
Lee Fernandes, parte del equipo del centro de rehabilitación UKAT en Londres, compara la adicción al móvil con el consumo de drogas. Según Fernandes, lo que comienza como una actividad recreativa y socialmente aceptable, como revisar las redes sociales, gradualmente puede convertirse en un problema serio. “Lo que parecía un vistazo rápido de diez minutos se convierte en horas de navegación”, explica Fernandes, quien destaca las consecuencias graves que este comportamiento puede tener en la vida diaria, como llegar tarde a citas importantes o problemas en las relaciones personales.
El experto también señala que, al igual que en las adicciones a sustancias, las personas que se vuelven adictas a sus teléfonos pueden experimentar síntomas de abstinencia cuando intentan reducir su uso, como sudoración, temblores o insomnio. Para Fernandes, el móvil se convierte en una herramienta para calmar el estrés, la tristeza o el aburrimiento, lo que aumenta la dependencia hasta convertirse en un problema real.
El impacto del uso excesivo en los jóvenes
Marc Masip, psicólogo experto en adicción a las nuevas tecnologías y fundador del proyecto Desconect@, apunta al confinamiento de 2020 como un factor acelerante en este fenómeno. “Durante la pandemia, los jóvenes pasaron de estar con sus familias a refugiarse en sus pantallas. La desconexión de la familia fue total”, afirma Masip. Este aislamiento afectó tanto las relaciones familiares como la vida escolar, ya que las clases online aumentaron la dependencia de los dispositivos.
Masip también critica el uso excesivo de pantallas en las aulas, advirtiendo que “los niños no necesitan estar todo el tiempo frente a una pantalla para aprender”, ya que el uso constante de tecnología puede fomentar la adicción, especialmente entre los más jóvenes, quienes ya enfrentan dificultades para desconectar de las redes sociales.
¿Por qué algunas personas se enganchan más que otras?
Alfredo Oliva, doctor en Psicología especializado en adolescentes, explica que la vulnerabilidad a la adicción a los smartphones depende de varios factores psicológicos. Oliva destaca que los jóvenes son más propensos a la adicción debido a que su cerebro no está completamente maduro hasta los 29 años, especialmente la corteza prefrontal, encargada de regular los impulsos.
El doctor Oliva también explica que la adicción a las redes sociales está relacionada con la liberación de dopamina, el neurotransmisor asociado al placer. “Cuando un joven recibe un ‘like’ en sus publicaciones, el cerebro libera dopamina, lo que provoca una sensación de bienestar. Este ciclo de recompensas hace que la adicción crezca”, señala Oliva. Sin embargo, este placer momentáneo puede generar frustración si los resultados no se repiten, lo que refuerza la dependencia.
Prevención de la adicción a los smartphones
Para los expertos, la prevención es clave para evitar que la dependencia de los smartphones se convierta en una adicción. Masip subraya la importancia de que los padres se involucren y estén informados sobre el uso de los dispositivos por parte de sus hijos, especialmente en las redes sociales. “Los padres deben formar y educar a sus hijos para gestionar correctamente el uso de la tecnología”, señala.
Por su parte, Oliva insiste en la necesidad de establecer límites claros y supervisar el uso de los dispositivos. Recomienda evitar darles un móvil a los niños menores de 16 años, ya que el cerebro adolescente no está preparado para manejar una herramienta tan poderosa. Según Oliva, es fundamental que los jóvenes comprendan los riesgos de pasar demasiado tiempo en línea y que los padres jueguen un papel activo en la supervisión.
En conclusión, la adicción a los smartphones es un problema creciente que afecta principalmente a los jóvenes. Los expertos coinciden en que, con la intervención adecuada de padres y educadores, es posible prevenir y mitigar los efectos negativos de esta adicción, promoviendo un uso más equilibrado y saludable de la tecnología.
Con información de Infobae
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