La política de salud enfocada al consumo, generó los mitos y prejuicios que llevaron a rechazar la lactancia materna, señalaron las organizaciones
Romper estereotipos y patrones de consumo, es el llamado que un grupo de mujeres hace para defender el derecho a ejercer libremente la lactancia materna.
En el marco de la celebración de la Semana Mundial de la Lactancia que encabeza Waba (Alianza Mundial Pro Lactancia Materna, por sus siglas en inglés), las organizaciones Nahui y Tlakati abrieron esta tarde de miércoles las actividades de “Celebremos Juntos”, que tienen la finalidad de romper los estereotipos en torno a la lactancia.
En el conversatorio, que tuvo lugar en el Museo de Arte de Tlaxcala (MAT), Natalia Zamudio, representante de Nahui, señaló que se busca informar sobre la relación entre la lactancia materna y la buena alimentación para garantizar la soberanía alimentaria y el derecho a la salud infantil.
Del mismo modo, las actividades buscan afianzar esta práctica como pilar de vida, comprometer a las personas y organizaciones con un mayor impacto, e impulsar acciones para fomentar la lactancia como parte de la buena nutrición, la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza, señalaron.
En entrevista, Natalia Zamudio explicó que el rechazo y la prohibición social a la lactancia materna en espacios públicos, se basa en la doble moral de una sociedad que, por un lado, consume cuerpos de mujeres semidesnudos en televisión y, por el otro, se escandaliza y prohíbe el derecho de las madres y niños a la alimentación libre.
Mencionó que la tendencia a relacionar la leche materna con un daño a la salud de los niños proviene de un sistema de consumo “que te orilla a la compra de fórmulas y leches. El sistema de consumo y de salud paternalista nos ha orillado a creer que nuestra leche materna no es tan buena como una fórmula, incluso los propios médicos promueven el consumo”.
Sin embargo, la buena alimentación de la madre, el cuidado y el estado anímico pueden estrechar la relación fraternal y humanizar la práctica, mencionó.
En la explanada del MAT, cerca de 50 mujeres de organizaciones civiles y convocadas, abrieron los trabajos de la Semana Mundial con una ofrenda floral para reconocer la importancia de las prácticas naturales en el fortalecimiento de los apegos, la alimentación y la comunidad.
“El mensaje que extendemos a las mujeres tlaxcaltecas es a luchar por este derecho que tenemos de alimentarnos sanamente, a que no nos quedemos calladas y que, en eventos como este, sigamos en las redes conectadas para cada vez ser más. El reto es que cada vez seamos más mujeres y más organizaciones y hombres defendiendo esto, y generando espacios. Es necesario empezar a romper estereotipos de género, hacernos presentes en los lugares y generar comunidad”.