Concientizar a la sociedad mexicana sobre cuál es el manejo adecuado de la diabetes en adultos mayores, una de las enfermedades crónicas prevalentes en la población mayor a nivel mundial, es fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas y prevenir complicaciones graves como la hipoglucemia, tomando en cuenta que, de acuerdo con previsiones de la Federación Internacional de Diabetes (IDF por sus siglas en inglés), para 2045 se incrementará 46% la incidencia de personas que vivirán con diabetes, es decir uno de cada ocho adultos.
Además, esta población tiene mayor riesgo de desarrollar complicaciones como enfermedades cardiovasculares, neuropatía, retinopatía o nefropatía. De la misma manera, los adultos mayores con diabetes pueden desarrollar el síndrome de fragilidad, una condición que se caracteriza por una disminución de la fuerza y resistencia, este síndrome empeora su calidad de vida y complica el manejo clínico.
Tomado en cuenta que, según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2022, en México aproximadamente el 32.8% de las personas mayores de 60 años o más vive con esta condición, se vuelve importante tratar adecuadamente la diabetes en adultos mayores, a través de la adopción de enfoques personalizados y pensados para controlar los niveles de glucosa en sangre de una manera segura minimizando riesgos de hipoglucemia, el cual es especialmente peligroso para ellos al asociarse con caídas, fracturas y deterioro cognitivo.
Para lograrlo, la medicación oral que se utiliza de manera más frecuente es la metformina, que de acuerdo con diversos estudios reduce la hemoglobina glucosilada en un 1-2%, disminuyendo la mortalidad en comparación con otros antidiabéticos, la cual, también ha sido benéfica para pacientes con enfermedades cardiovasculares o insuficiencia cardíaca estable, condiciones comunes en esta población.
Más allá del control glucémico, la metformina ha mostrado potencial en la reducción de la mortalidad general, «además, hay estudios que sugieren que la metformina puede tener efectos anti envejecimiento, esto abre una puerta a su uso no solo para controlar la diabetes, sino también como una estrategia para mejorar la salud general y la longevidad en los adultos mayores», comentó la endocrinóloga Pérez.
Y aunque, el uso de la metformina se ha vuelto un elemento clave, la doctora Bárbara enfatiza en la importancia de generar conciencia en la sociedad para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores y la población en general, a través de un diagnóstico oportuno que prevenga o retrase la aparición de complicaciones degenerativas causadas por la diabetes.
“La diabetes no tiene edad, sin embargo, los cuidados deben de ajustarse a cada etapa de vida de las personas. Crear conciencia en los adultos mayores y sus familias no solo salva vidas, también promueve un envejecimiento saludable y prolonga la vida”, concluyó la especialista.
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