El Programa Tamiz Auditivo de la Secretaría de Salud del Estado trabaja con 17 niños con implante coclear y en proceso de rehabilitación.


En Tlaxcala anualmente se reportan 40 casos de hipoacusia o sordera en menores de edad. Al menos la mitad de ellos son candidatos para el implante coclear o la inserción mediante cirugía «de electrodos que permiten que el sonido sea transferido a los nervios auditivos, es decir, convierte la energía acústica en energía eléctrica y estimula las células ciliadas del oído interno (o cóclea)» permitiendo la audición, explicó Miriam África Aguilar Bolaños, audiología y Directora del Programa Tamiz Auditivo de la Secretaría de Salud (SESA) del Estado.

El Centro de Rehabilitación del Instituto Tlaxcalteca de Asistencia Especializada a la Salud (ITAES) trabaja con 17 niños con implante coclear y en proceso de rehabilitación auditiva-verbal como parte del Programa Tamiz Auditivo.

La especialista señaló que el programa de tamizado neonatal está enfocado a la prevención y detección temprana de la discapacidad verbal para la integración de los niños a las escuelas regulares.

Itzel y Citlalli, empezar a escuchar.

La detección tardía ha retrasado la rehabilitación de Itzel y Citlalli. A los 2 años y medio de edad a Itzel Xahuantitla le detectaron hipoacusia. Tuvo que esperar seis meses para recibir el amplificador auditivo y otros seis meses para evaluar los resultados. Las evaluaciones arrojaron que Itzel tenía dañado el oído interno por lo que se hizo candidata para el implante coclear.

«La doctora Miriam solicitó el apoyo del hospital infantil ´Federico Gómez´ donde fue implantada a los 4 años»; ahora, a los seis años de edad, «ella ya entiende, dice palabras, se sabe los colores, los números y empieza a conocer las letras», dice en entrevista Berenice Xahuantitla Palacios, madre de Itzel.

A Citlalli Inés Macualcoatl Morales de 5 años de edad, le diagnosticaron hipoacusia bilateral neurosensorial. Usó aparatos auditivos durante un año y 8 meses sin obtener resultados.

«Entró al programa de implante; tuvimos que asistir con psicólogos, otorrinolaringolos y otros especialistas para saber si Citlalli era apta. En julio en el Instituto Nacional de Pediatría le hicieron el implante y en agosto se lo activaron, ahora ya puede pronunciar palabras y vemos respuestas positivas, juega con sus compañeros, platica y ya no está aislada», refiere Lizet Morales Flores, mamá de Citlalli.

Intervención temprana, fundamental para la recuperación.

La doctora Miriam Aguilar Bolaños reiteró que el objetivo del programa de tamiz auditivo neonatal es hacer una detección e intervención temprana de la hipoacusia para evitar la discapacidad auditiva y de lenguaje.

«Si se realiza la detección en el primer mes de vida o se tiene un diagnóstico a los tres meses, desde ese momento se puede iniciar primero con la adaptación de la prótesis auditiva (amplificador); se da un tiempo de seis meses acompañado de terapia del lenguaje para que se haga una nueva evaluación especializada; si diagnosticamos que no hubo avance y el niño no adquirió el lenguaje iniciamos un protocolo de implante coclear y se hacen estudios para ver si el niño es medicamente apto», explicó en entrevista.

El costo del tratamiento, que asciende a los 500 mil pesos, está cubierto por el Seguro Médico Siglo XXI para los niños menores de cinco, por lo que es necesario identificarlos a temprana edad.

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