Las prácticas sexuales cambiarán sobre todo para aquellas personas que no viven con su pareja o que gustan de encuentros casuales.
Ante la inexistencia, hasta el momento, de la vacuna contra COVID–19, las prácticas sexuales podrían representar un riesgo de contagio del nuevo coronavirus, estimó la doctora Nélida Padilla Gámez, investigadora y académica de la UNAM. Motivo por el cual, señaló que deben cambiar y que la práctica más segura es la masturbación.
«La práctica, ahorita, más segura va a ser tener sexo contigo mismo y que no necesariamente siempre necesitamos tener a otra persona para obtener placer sexual. Lo que pasa es que, derivado de la educación sexual, pensamos que la única manera satisfactoria de obtener el placer es a través de un coito”, doctora Nélida Padilla Gámez, investigadora y académica de la UNAM.
Agregó: «Hay que empezar a darle una visibilización y un lugar más importante ahorita a la actividad erótica que hemos conocido como masturbación”.
Aunque enfatizó que no hay evidencia científica que señale que el semen sea un medio de contagio de COVID-19, sí lo son otros fluidos como la saliva que está presente en los besos, primera parte de la excitación.
La académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala y especialista en psicología y salud sexual señaló que las prácticas sexuales deberían reconfigurarse y, de ser el caso, cambiar a la monogamia.
«Me parece que también se van a reconfigurar las configuraciones de compromiso que conocíamos hasta el día de hoy y que además puede ser que pues muchas personas van a, tal vez, consolidar sus compromisos monógamos por protección, por salud, por seguridad. Todas estas personas que se relacionan afectivamente o sexualmente con otras van a tener que replantear o extremar las precauciones de con quien y cómo se relacionan”, doctora Nélida Padilla Gámez, investigadora y académica de la UNAM.
De acuerdo con la especialista de la UNAM, las prácticas sexuales cambiarán de manera importante sobre todo para aquellas personas que no viven con su pareja o que gustan de encuentros casuales con otras, en donde debe operar el principio de autoseguridad y cuidado.
«Qué tanto te vas a arriesgar, hay que apostarle a la responsabilidad, seguir trabajando en educación sexual integral desde edades más tempranas, para que desde pequeños aprendan a tomar decisiones de cómo se van a relacionar más adelante”, doctora Nélida Padilla Gámez, investigadora y académica de la UNAM.