Reino Unido tiene una de las tasas más altas de obesidad en el mundo: casi uno de cada tres adultos son obesos.

Los británicos están más gordos que cualquier otra nación de Europa exceptuando Malta, por lo que debe haber un debate sobre cómo afrontar las crecientes tasas de obesidad, que cuestan mucho al país, dijo el primer ministro Boris Johnson el lunes.

Johnson, quien reconoció a comienzos de año que tiene que perder peso, fue hospitalizado en abril por coronavirus y fue tratado en cuidados intensivos con oxígeno. Más tarde dijo que los médicos del Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) le salvaron la vida.

“He adoptado una postura muy libertaria sobre la obesidad, pero lo cierto es que cuando uno mira los números, la presión sobre el NHS, y compara con otros países europeos, me temo que nuestro maravilloso país está mucho más gordo que la mayoría del resto, aparte de los malteses por alguna razón. Es un tema”, señaló en una entrevista con Times Radio.

Reino Unido tiene una de las tasas más altas de obesidad en el mundo: casi uno de cada tres adultos son obesos, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

A nivel mundial, la obesidad casi se ha triplicado desde 1975 y más de 650 millones de personas son obesas, definido por la Organización Mundial de la Salud como tener un índice de masa corporal de 30 o más.

“No voy a pretender que tengo un pensamiento original sobre esto ni que es fácil de solucionar por los políticos, todos saben que es complicado”, comentó Johnson. “Es algo que todos debemos afrontar”.

Al ser preguntado sobre si se ha convertido en un intervencionista que respaldaría un impuesto sobre el azúcar, Johnson no dio una respuesta directa.

“Sin duda tenemos que cuidar la salud de la población y estaremos más felices y en forma y seremos más resistentes a enfermedades como el COVID si podemos afrontar la obesidad”, dijo Johnson. “Es muy costoso para el NHS”.