Se trata de siete posturas sexuales en las que se mantiene una distancia de más de un metro y medio o dos entre las bocas.
En el mundo la cuarentena sigue y no hay para cuando, salvo cuando haya una vacuna, se podrá volverá a una cierta normalidad.
En este contexto, el día a día y la rutina de la sociedad se ha visto completamente afectada. Y la sexualidad no escapó a esta realidad. El riesgo de exposición al virus SARS-CoV-2, el responsable de la enfermedad COVID-19, hizo que por primera vez en la historia por ejemplo los hoteles alojamiento cierren sus puertas, logró que las personas minimicen encuentros sexuales y busquen la forma de exponerse lo menos posible al coronavirus.
Así fue como nació el coronasutra, siete posturas sexuales en las que se mantiene una distancia de más de un metro y medio o dos entre las bocas, una guía que generó mucha repercusión en las redes sociales. Infobae consultó a expertos sobre esta práctica, el modo en que el confinamiento afecta a la sexualidad de los argentinos y consejos para tener en cuenta mientras el COVID-19 esté entre nosotros.
Muchos hablan del coronasutra, que es algo que empezó a circular por las redes y se trata de un Kamasutra orientado a disminuir el riesgo de infección por coronavirus. ¿Cómo se practica? Los participantes tienen que tener un nivel de distancia de boca a boca mayor a seis pies o dos metros. Son posturas que puede ser la conocida como “perrito”, la persona arriba mirando para el otro lado de la que está abajo, o si está mirando a la cara, estar sentada y no bajar hacía sus hombros o a su boca. También otra postura sería estar uno con la cabeza con la cabeza para un lado y el otro para el otro y que se junten en la zona de la pelvis.
Es muy difícil dar consejos sobre sexualidad cuando ya pasaron más de 100 días sin que uno pudo tomar contacto con parejas no convivientes, pero la realidad es que el virus cada vez circula más y entramos en un mes donde realmente tenemos que maximizar los cuidados, la distancia y más aún evitar tener sexo con personas que no conviven con uno. Las parejas no convivientes idealmente no deberían tener encuentros sexuales y si los tienen deberían tomar algunos consejos y cumplirlos al máximo, lo más que podamos.
Lo primero que tenemos que minimizar es el número de parejas sexuales, que tenemos fuera de casa, idealmente no tener ninguna, y si tenemos, a lo sumo tener una, y armar tipo burbujas donde realmente seamos conscientes de que nos estamos exponiendo y estamos exponiendo a nuestros convivientes, por lo tanto la pareja que se relaciona con nosotros también se tiene que relacionar únicamente con nosotros y cumplir estrictas medidas de prevención en el afuera.
Lo segundo es evitar el contacto con personas que tienen síntomas COVID-19 positivo o que tengan la enfermedad, o que hayan estado con personas que sean sospechosas de tener coronavirus en los últimos 14 días. Lamentablemente como es una afección que se contagia por las gotitas de saliva y por la respiración, lo que sabemos es que los besos también van a contagiar. Es una enfermedad de contacto estrecho, por lo cual sería ideal que uno mantenga relaciones sexuales con tapabocas, que se traten de evitar los besos y que tengan una previsión de tomarse un baño corporal completo antes de tener contacto sexual y después, ya que despedimos gotitas de flush que caen en nuestro propio cuerpo.
Tercero, es recomendable la autosatisfacción, la interacción con las redes, con el teléfono celular, con o sin cámara, con o sin audio pero siempre siguiendo lo que a cada uno le dicta el corazón y lo que tiene ganas y no lo que le indican que tiene que hacer. A veces el placer no solamente proviene de lo sexual, sino de muchas cosas, una charla con una amiga, un vínculo, con tu vecino o tu propia familia, tus hijos, un primo. Uno tiene que hacer lo que realmente tiene ganas de hacer y siente en lo profundo del ser. No es momento para provocarse o a obligarse a hacer ningún tipo de acto que uno no tenga ganas y que hay que hacerlo porque si no se hace uno está fuera de la norma o de la moda, hay que respetar los tiempos y preferencias de cada uno.
Otra de las cosas que se sabe es que este virus se transmite también por heces, no se sabe la capacidad totalmente infectiva o no y cuanto inóculo se necesita para ser contagioso pero si se sabe que la forma fecal oral como el sexo anilingus, o la práctica de sexo anal puede contagiar si uno se lleva la mano sucia a la boca.
También es importante si usamos juguetes sexuales pasarles alcohol rebajado con agua al 60/40, antes de usarlos y después, y también es necesario lavarnos las manos cuando practicamos la autoestimulación o masturbación nuestra o de nuestra pareja.
Debemos remarcar la importancia de usar preservativo siempre, tanto en el sexo anal, oral y vaginal. Se aisló semen con presencia del virus SARS-CoV-2 en algunos pacientes COVID-19 positivos y en pacientes recuperados todavía no se sabe la tasa de infectividad que tiene el virus, pero por las dudas siempre hay que usar preservativo y mucho más para evitar exponerse a infecciones sexualmente transmisibles.
El impacto de la cuarentena en la sexualidad de los argentinos no es de lo mejor. La gente está muy cansada, muy hastiada, los convivientes ya tienen replanteos de pareja, donde hay muy poco espacio para la intimidad, hay como un agotamiento donde todos estamos en los mismos ambientes y más si una persona vive muy ensimismada con los otros porque tienen una casa chica, que es la mayoría de la gente, por lo tanto uno necesita vincularse con otras personas y esto se limita. Si vivís solo es muy difícil vincularse con el afuera por toda la limitación social que tenemos.
Las expectativas futuras
Para las parejas que están con bajo deseo sexual, falta de intimidad, o bien con problemas en la erección, orgasmo, etc., la ilusión de que vengan tiempos mejores representa un alivio, sin embargo, en otras aparece la duda “¿Y si no podemos remontar esta situación?”. La ansiedad que ya está presente en cuarentena invade la fantasía de cómo será la sexualidad en el futuro. La sexualidad no se lleva bien con las expectativas, las exigencias, la idea de rendir, de cumplir, de complacer, como si uno tuviera que pasar por un examen y obtener una calificación, que generalmente es extremista, o bien o mal; los grises no se aceptan. Todo esto activa la ansiedad y el miedo a fallar.
La cuarentena puede ser la oportunidad para dejarnos llevar por el placer de las caricias, de los abrazos, los masajes, sin presiones para llegar a la genitalidad como objetivo. Si tenemos más tiempo para el sexo entonces aprendamos a desplegar una erótica más rica en el contacto y no en la meta del coito. Un tema frecuente es cuando el deseo sexual es la condición única del encuentro: “si no tengo deseo no me acerco, no tomo la iniciativa o rechazo el ofrecimiento del otro”, cuando en realidad debería ser “si me acerco el deseo puede activarse, sino será igual de placentero estar abrazados”. La sexualidad no es cumplir etapas para llegar al orgasmo, es disfrutar de una experiencia de placer, cada momento es de por sí excitante.
Las personas que se están conociendo saben que pasará un tiempo hasta que puedan unirse sexualmente sin tapujos preventivos, excepto los necesarios para evitar embarazos y enfermedades de transmisión sexual. Una situación similar aparece en las personas que están solas, siendo la virtualidad y la masturbación un escape para la excitación sexual. La adaptación rápida que tuvimos que hacer para cursar la cuarentena, necesitará de un tiempo para volver a retomar la normalidad, suponiendo que exista una vacuna que nos inmunice, caso contrario las medidas de prevención continuarán.
Cuando uno dice “sexo en soledad” lo primero que viene a la cabeza es la masturbación, es cierto, sin embargo, esta práctica es de autoconocimiento, no solo es estimular el clítoris o el pene ayudado por fantasías o películas porno; es por sobre todo un descubrimiento de zonas erógenas, de acciones y variantes que llevan a distintos grados de excitación. Por lo tanto, hay que hacer honor al autoconocimiento probando diferentes fantasías, movimientos, poses, juguetes, vibradores, lugares, con la finalidad de expandir la experiencia autoerótica. Así como en pareja se pueden cambiar de espacios, también se puede hacer lo mismo con la masturbación: el sillón, la cama, el baño, la cocina, etc, pueden ser lugares posibles. Existen también muchas opciones de juguetes sexuales: dildos, vibradores, succionadores, que ayudan incrementar la experiencia autoerótica.
Nota completa AQUÍ.