Alberto Jiménez Merino,  Lorenzo Rivera Sosa y Ricardo Urzua Rivera, aparecieron juntos este jueves para garantizar unidad de cara a la selección del abanderado.

El aspirante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), a la candidatura para el gobierno de Puebla, Alberto Jiménez Merino, consideró que las fracturas internas de los adversarios, dan una oportunidad para que esta fuerza política gane el 2 de junio.

Así lo declaró después de acordar con Lorenzo Rivera Sosa y Ricardo Urzua Rivera, también aspirantes del PRI al gobierno de Puebla, un pacto de civilidad para evitar ataques mutuos, mientras se definen el candidato al cargo público.

Jiménez Merino opinó que Morena tiene una fuerte presencia política en todo el estado, pero dijo que los ataques internos, dividirá a la fuerza política a pocas semanas de arrancar las campañas políticas.

Destacó que lo anterior es una oportunidad importante para el PRI, a fin de potencializar los 550 mil votos que alcanzaron en 2018 y aumentar su presencia política para ganar este año la representatividad en Casa Puebla.

Jiménez Merino puntualizó que en breve buscarán una reunión con los ex candidatos del PRI al gobierno de Puebla en 2010 y 2018, Javier López Zavala y Enrique Doger Guerrero, quienes buscan repetir al frente de la misma nominación, para sumarlos a este pacto de civilidad.

También dio voto de confianza al dirigente estatal del PRI, Javier Casique Zarate, para que se mantenga imparcial en la designación del abanderado, luego de la cercanía fuerte que tiene con Enrique Doger Guerrero.

“Según números actuales sería Morena la ola y el bono democrático lo que les permitirá ganar, pero ahora no sabemos qué pasará ahí y de repente se descalifican todos los días, a nosotros nos tiene sin cuidado lo que hagan”.

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