Cárdenas lanzó el primer ataque al calificar de mentiroso a su adversario , Miguel Barbosa Huerta, por no aclarar su fortuna.

Confrontaciones entre los principales punteros a la gubernatura de Puebla, algunas pifias por parte de los contendientes y la falta de claridad para ejecutar diversas propuestas de trabajo en favor de los poblanos, fueron las características del único debate organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) previo a las votaciones del 2 de junio.

Los candidatos al gobierno de Puebla arribaron con sus mejores trajes al Complejo Cultural Universitario (CCU), donde tuvieron que defender sus propuestas enfocadas a Empleo y Desarrollo Social; Atención a Comunidades Indígenas y Migración, además de Seguridad, Federalismo y Derecho.

El candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC), Enrique Cárdenas Sánchez, se presentó como abanderado ciudadano y señaló que Puebla requiere de infraestructura más ambiciosa e incentivos a empresas para generar más empleos.

Segundos más tarde inició la guerra de confrontaciones; lanzó el primer ataque en el debate al calificar a su adversario de Juntos Haremos Historia, Miguel Barbosa Huerta de mentiroso por no aclarar su fortuna y enfatizar que no está preparado para gobernar Puebla.

También atacó a su adversario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alberto Jiménez Merino, a quien le dijo que no figuraba en esta elección, que por eso la base priista debería sumarse a su proyecto ciudadano.

La seriedad de Miguel Barbosa Huerta fue notoria, al menos eso reflejaron las pantallas por donde se transmitió el debate y mientras era su turno de responder, pues en su momento y fiel a su colmillo político, remató diciendo que su adversario es una “fichita por defraudar al fisco, organizaciones civiles y al gobierno a través de programas sociales”.

Ya en su turno, Alberto Jiménez Merino, condenó la confrontación entre sus adversarios políticos y convocó a “cancelar los odios y eliminar los rencores”, además de resaltar que la elección no es de 2, sino de 3 y en junio próximo se verá quién ganará de manera honesta la gubernatura de Puebla.

Atención a Comunidades Indígenas y Migración fue el segundo bloque. Enrique Cárdenas Sánchez y Jiménez Merino cometieron el mayor número de pifias ante las preguntas de las moderadoras que fueron Patricia Estrada Sánchez y Gabriela Warketin.

Cárdenas Sánchez no entendió algunas preguntas como las enfocadas a los “proyectos de muerte que hablan sobre minerías” y cuando captó la idea solo dijo “ni la virgen lo quiera”, en el sentido que no eran viables las consultas a mano alzadas para ejecutar estos temas.

Se opuso a la Secretaría Indígena al señalar que representa burocracia en Puebla, por ello pidió que el sector tuviera representación en el Congreso de Puebla.

Jiménez Merino también fue motivo de burla en el debate; defendió su programa de 2 mil 500 pesos mensuales para madres de familia, pero cuando fue cuestionado del programa “Beca un Niño Indígena” dijo que sí lo aplicaría, aunque segundos después señaló que lo revisaría, toda vez que esta política pública fue diseñada por la ex gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo.

Sin embargo los ataques de Cárdenas Sánchez hacia Barbosa Huerta continuaron en el debate, pues aseguró que su adversario quiere a Puebla como su “botín de ambición desmedida” a través de la chequera que representan los recursos públicos del estado.

Miguel Barbosa Huerta no calló y reviró a su adversario del PAN, PRD y MC, a quien calificó de sentido por no haber sido el abanderado de Morena en 2018, además de señalarlo de manera sarcástica como un “candidato fifi”.

Para Seguridad, Federalismo y Derecho, los tres candidatos resaltaron más propuestas. Por ejemplo, Cárdenas Sánchez afirmó que más mujeres estén en los ministerios públicos, además de señalar que Antonio Polo Otza, especialista en materia de seguridad, sería su posible titular de Seguridad Pública.

Barbosa Huerta señaló que la Alerta de Género en 50 municipios de Puebla no servirá sin la Fiscalía para la Atención de Delitos de Violencia de Género, que será representada por una mujer, mientras que Alberto Jiménez Merino reiteró su cadena perpetua para violadores y feminicidas, dejando en claro que si no prospera el tema, buscará reformas legales para que las sanciones sean más severas, además de que será el Congreso de Puebla quien decida sobre si hay condiciones para despenalizar el aborto y adopción entre parejas del mismo sexo.

Sin embargo, los abanderados se enfrascaron nuevamente en acusaciones. Jiménez Merino dio la sorpresa al enfarizar que la inseguridad en Puebla tiene cómplices, e inmediatamente sacó una fotografía de Rafael Moreno Valle Rosas saludando a Miguel Barbosa Huerta, pero su ataque fue minimizado por este último, quien le pidió informar a las autoridades donde se esconde el ex mandatario poblano, Mario Marín Torres, acusado del delito de tortura.

Cárdenas no quiso quedarse atrás y retó en varias ocasiones para que Barbosa Huerta dijera como adquirió su casa en Coyoacán; señaló que si demostraba a más tardar el martes que el inmueble vale más de 10 millones de pesos, el abanderado de Juntos Haremos Historia, debería renunciar a la nominación.

Pero el abanderado de Juntos Haremos Historia manifestó que no tenía nada que demostrar y que su estilo de vida es sencillo, señaló que en lugar de recibir retos, Cárdenas Sánchez debería de explicar “como chintroles” le hizo para comprar un inmueble que alberga un hotel ubicado en Cholula a bajo costo.

Al final, los tres candidatos dieron su mensaje de agradecimiento y enfatizaron por qué son la mejor propuesta para ganar las elecciones de junio.

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