Sentenció que las libertades de inicios de Siglo XXI, se las debemos al movimiento estudiantil del 68.
El movimiento del 68 rompió con el condicionamiento pavloviano del autoritarismo, indicó el ex candidato de Morena a la gubernatura, Abraham Quiroz, en el Foro «Reflexiones del 68 a 50 años», organizado por el Instituto de Ciencias Jurídicas.
En este foro participaron también Rubén Arechiga Robles, Jorge Meléndez Preciado y Eudoxio Morales Flores. El ex candidato de MORENA a gobernador, Abraham Quiroz, sentenció que las libertades de inicios de Siglo XXI, se las debemos al movimiento estudiantil del 68.
Durante el Foro, Quiroz Pérez sentenció que la sociedad previa al movimiento estudiantil, como perros de Pavlov, con estímulo-refuerzo, con regalos y miedo, «nos han acostumbrado a renunciar a la libertad de buscar utopías, sin embargo los del 68 rompieron con eso».
A pesar de que dijo ver aún remanentes de esa sociedad condicionada, señaló que todos los derechos civiles logrados, se los debemos a la generación del 68, incluso la llegada de un movimiento progresista a la Presidencia de la República y a las mayorías en el Senado y la Cámara Baja, bajo la coalición Juntos Haremos Historia.
“Hacemos algún mítin, llegamos, pasa una señora y le dice a otra ‘qué hacen aquí’, pues va a haber una reunión política -le responden-, ¿y qué van a dar? No, aquí no se va a dar nada, ‘ah, entonces ahí nos vemos’. Porque los han acostumbrado a que estén en un lugar a condición de recibir una dádiva. Nada tiene que ver con la libertad. Pero ese es un elemento, el otro elemento es el miedo, si tú te manifiestas, te reprimen y te ponen como ejemplo para toda la sociedad: todo aquel que proteste se va a someter al mismo proceso (…) Las utopías son promesas de mejoras, pero no las buscamos, no luchamos por ellas”.
En este foro, los ponentes lamentaron que no haya salido a la luz el libro «Asalto al cielo, Rememorando 1968 50 años después», editado por la BUAP, pero que la misma universidad lo tenga en resguardo.
Condenó la prohibición por parte de la rectoría de la difusión del libro coordinado por Enrique Condés Lara, editado por la universidad, cuyos miles de ejemplares aseguró, se quedaron almacenados en las bodegas de la institución, por lo que ya le dicen “el libro prohibido”.
Por tanto, sentenciaron que la universidad poblana se ha quedado relegada de la lucha social.