Difícil e inútil «la democracia plebiscitaria» en una población de 130 millones con una «sociedad bronca», refirió.
Durante la discusión para la aprobación del dictamen de proyecto de decreto por el que se resuelve la procedencia de la petición y expedición de la convocatoria de consulta popular para enjuiciar a los ex presidentes, la senadora tlaxcalteca, Beatriz Paredes Rangel, llamó “días sombríos” a la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), del Senado y del Ejecutivo federal.
“Hay días sombríos, días en los que el sol se confunde, que los astros se molestan con la especie humana y un manto de bruma empaña la convivencia, se oscurecen las sociedades, así fue, para mí, el primero de octubre de 2020”, dijo esta tarde en la sesión ordinaria del Senado al referirse a la decisión de la SCJN.
La ex gobernadora priista señaló que la decisión de los ministros no solo viola la presunción de inocencia de los expresidentes, sino que muestra una velada intervención del Ejecutivo en la función constitucional de la Corte, y del Ministerio Público como único facultado para iniciar investigaciones a través de denuncias por presuntos delitos y no a través de una facultad selectiva.
Reprochó que detrás de la decisión “hubo doblamiento o presión excesiva sobre la Suprema Corte”, además de que la consulta popular restringe el derecho de las víctimas al acceso a la información, a la indagación del delito y resarcimiento de la víctima sujeto a plebiscito.
“La Corte, lamento decirlo, se equivocó. Es probable que el error se debiera a la intención de hacer viable un ejercicio de democracia directa, no creo que haya sido una decisión deliberada de infringir la constitución. Es un error, se lo decimos a los señores ministros porque es nuestra sincera opinión”, dijo en tribuna.
En este momento los senadores de Morena y PT defienden el decreto. De votarse, el Senado podría validar la petición de consulta popular y expedir la convocatoria para juzgar a los expresidentes por Acteal, Ayotzinapa, Atenco, el Fobaproa, Odebrech, la guerra contra el narcotráfico y otros casos de corrupción.
Al respecto, la senadora tlaxcalteca señaló que es imposible impulsar una democracia plebiscitaria en un país con 130 millones de habitantes y con una “sociedad bronca con enormes antagonismos”.
“Quiero llamar la atención de la sociedad mexicana y sobre todo de los miembros de la mayoría que, con un presidencialismo exacerbado, que con una estrategia de democracia plebiscitaria, con un poder legislativo subsumido por la actuación vertical de mayorías que, aunque son legítimas electoralmente en un régimen democrático deben conciliar con las minorías, y con una corte debilitada en este país, estamos tocando el fondo.”