El dictamen fue turnado a la Comisión de Procuración y Administración de Justicia para su estudio y resolución procedente.
La diputada del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Isabel Merlo Talavera ha propuesto ante el pleno del Congreso de Puebla convertir en un delito la instigación al suicidio.
La iniciativa apoyada por el Grupo Legislativo del PRI, plantea reformar el artículo 333 del Código Penal para el Estado para definir, en este apartado, la figura de inducción o instigación como la influencia psicológica o moral que se ejerce sobre una persona, en la que se despierta o provoca la resolución de cometer el suicidio.
Cabe mencionar que Merlo Talavera ha respaldado con ello la versión de familias de mujeres que se han suicidado donde se acusa como responsable del hecho a su agresor, por ejercer violencia de género.
La iniciativa, dijo la diputada del PRI, la impulsa en esta fecha a propósito del Día Internacional de la Mujer: «en memoria de todas las mujeres que se quitaron la vida al sufrir violencia física, por haber sufrido una violación o violencia psicológica».
«Quienes ejercen violencia y con ello inducen a la comisión de un suicidio deben ser sancionados», puntualizó.
El dictamen fue turnado a la Comisión de Procuración y Administración de Justicia para su estudio y resolución procedente.
Esta iniciativa tiene la intención de castigar a aquellas personas que provoquen que otra persone se quite la vida por amenazas, violencia física o verbal, acoso sexual, cibernético o de cualquier índole.
Al reformar se estará definiendo el concepto de Instigar al Suicidio y todas las causales.
La diputada @MerloIsabel presentó una iniciativa para reformar el artículo 333 del Código Penal para definir, en este apartado, la figura de inducción o instigación como la influencia psicológica o moral que se ejerce sobre una persona 1/2 pic.twitter.com/ET7d3mqVTm
— H. Congreso de Puebla (@CongresoPue) March 3, 2022
I.- Que mediante engaños, amenazas o intimidaciones se le convenza a una persona para cometer suicidio.
II.- Que se ejerza violencia física o verbal hacia una persona, de tal magnitud y persistencia que decida quitarse la vida por causa de ello.
III.- Que la persona se haya quitado la vida por razón de acoso sexual, cibernético o de cualquier índole.
IV.- Cuando a juicio del juzgador el suicidio se pudiera haber evitado si no se hubiera generado una acción o inducción de otra persona.