El candidato del PRI señaló que aceptó la candidatura por convicción y no por acuerdo de las cúpulas.
El candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a gobernador del estado de Puebla, Alberto Jiménez Merino, calculó que en 10 días repuntará en las preferencias electorales para entrar en la pelea por el cargo público que se elegirá en junio próximo.
Señaló que su candidatura haya sido un acuerdo “para mandarlo a la orca”, a fin de perder en este proceso extraordinario que se originó tras el fallecimiento de la mandataria poblana, Martha Erika Alonso Hidalgo.
Dijo que conoce el estado de Puebla y tiene los elementos para demostrar con una campaña de tierra, que puede ganar el gobierno estatal.
Rechazó que durante esta campaña existan traidores, toda vez que los mismos se fueron a otros partidos políticos donde actualmente operan.
También enfatizó que la imagen del ex gobernador Mario Marín Torres, no generará algún impacto negativo a su campaña, ya que los poblanos reconocen su trayectoria a pesar de que su mandato culminó hace 9 años.
“Los necesitamos a todos y a todas, de eso se trata de la política y aquí están los que deben estar. En unos 8 o 10 días estaremos en el segundo lugar de las preferencias electorales, nosotros aceptamos la candidatura bajo la convicción de que venimos a ganar”.