La empresa de seguridad privada Zascita de México anunció que en un plazo de dos años logrará cobertura nacional; lo anterior frente a la escalada de inseguridad que ha sufrido el país.
La inseguridad en México ha tenido un crecimiento sostenido, reflejado en cifras oficiales. De acuerdo con datos del INEGI, entre enero y junio de 2024 se registraron 15 243 homicidios, lo que representa una tasa de 11.7 asesinatos por cada 100 000 habitantes. El 73 % de estos crímenes se cometieron con armas de fuego, lo que evidencia la alta circulación de este tipo de armamento y el poder de los grupos delictivos en distintas regiones del país.
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) estimó que en 2023 alrededor de 21.9 millones de personas mayores de 18 años fueron víctimas de algún delito, lo que equivale a una tasa de 23 323 víctimas por cada 100 000 habitantes. En paralelo, durante el primer trimestre de 2025, el 61.9 % de la población declaró sentirse insegura en su ciudad, una de las cifras más altas de los últimos años.
En ese contexto, una de las firmas más prometedoras en el sector de la seguridad privada armada en el país, Zascita de México, anunció un ambicioso plan de crecimiento que busca cubrir el cien por ciento de territorio nacional en los próximos dos años. Tras consolidar su reputación gracias a su enfoque táctico y el alto entrenamiento de sus equipos, la compañía se posiciona para mantener su lugar entre las 10 mejores empresas de seguridad privada en México.
Tendencias globales con talento mexicano
Tendencias globales en seguridad privada armada reafirman que la seguridad ya no es solo de fuerza, sino que está relacionada a la inteligencia de riesgo. Para ello, se implementan plataformas de monitoreo predictivo y análisis de datos en tiempo real, transformando a los guardias intramuros y guardias armados en agentes de prevención activa con apoyo tecnológico.
Este cambio de enfoque ha modificado la percepción del servicio en seguridad privada México. Históricamente visto como un gasto reactivo, hoy es reconocido como una inversión estratégica. De esta manera, los clientes ya no buscan solo un uniforme («vigilante»), sino una capacidad táctica superior con respaldo legal riguroso (guardias de seguridad privada armada), esenciales para mitigar riesgos complejos en logística, industria y protección ejecutiva.
En un comunicado, Zascita de México destacó que el servicio de seguridad privada armada especializada se debe profesionalizar, debido al alza de empresas que carecen del mínimo rigor.
La industria de la seguridad privada en México se ha consolidado como un actor fundamental ante el incremento de la inseguridad. Este sector representa aproximadamente el 1.8 % del Producto Interno Bruto del país y está conformado por más de 5 400 empresas, las cuales generan cerca de 900 000 empleos directos. Gracias a su capacidad de cobertura y respuesta, la seguridad privada no solo protege a personas y bienes, sino que también se ha convertido en un apoyo estratégico para la estabilidad operativa de empresas, industrias y comercios.
La presencia de elementos de seguridad privada contribuye significativamente a la prevención del delito mediante la vigilancia, monitoreo y protección de instalaciones, transporte de mercancías y resguardo de información. Estos servicios funcionan como un complemento a las tareas de las fuerzas de seguridad pública, ayudando a disuadir robos, actos vandálicos y otros delitos. En muchas zonas urbanas e industriales, los guardias privados, sistemas de cámaras, alarmas y centros de monitoreo han permitido reducir incidentes y reaccionar con rapidez ante emergencias.
Sin embargo, el sector enfrenta importantes desafíos para alcanzar su máximo potencial. Uno de los principales problemas es la informalidad: se estima que menos de la mitad de las empresas están debidamente certificadas o reguladas por autoridades federales o estatales. Esto provoca desigualdad en la calidad del servicio, falta de capacitación en los guardias y riesgos en materia de derechos laborales. También se ha identificado la necesidad de fortalecer la coordinación entre las empresas privadas y las instituciones públicas para compartir información, protocolos de actuación e inteligencia operativa.
A pesar de ello, el papel de la seguridad privada es clave para la competitividad económica del país. Una infraestructura segura genera confianza para atraer inversiones nacionales y extranjeras, facilita el funcionamiento de parques industriales, cadenas logísticas y centros comerciales, y mejora la percepción de seguridad en zonas turísticas. Expertos han destacado que profesionalizar este sector, regularlo adecuadamente y fortalecer su vínculo con las autoridades puede convertirse en una estrategia efectiva para reducir la inseguridad y contribuir a un desarrollo económico más estable y sostenible.
Más presencia, más cobertura, más seguridad privada armada
Zascita de México, en aras de profesionalizar el sector, ha anunciado que en los próximos 24 meses, llevarán a cabo la ampliación y expansión de su modelo de seguridad privada armada a nuevos estados de la República Méxicana, consolidando la confianza de sus clientes y ofreciendo un servicio de calidad a nuevas y potenciales empresas.
Con más de 1000 colaboradores incluyendo guardias de seguridad privada armada, la empresa fundada en 2017 en la Ciudad de México, cuenta hoy en día con presencia en estados como Baja California Sur, Nuevo León, Jalisco, Querétaro, Edo. De México, Ciudad de México, Hidalgo, Tlaxcala, Morelos, Puebla, Guerrero y Quintana Roo.
La ampliación de servicios de seguridad privada armada especializados permiten establecer un nuevo estándar de excelencia y eficiencia que puede incluir la conformación de una red de servicios más amplia que permita recopilar y analizar inteligencia de riesgo en múltiples zonas, creando planes de prevención y respuesta más robustos y predictivos a nivel nacional.
También es importante destacar que la presencia visible y profesional de guardias armados con entrenamiento superior actúa como un poderoso disuasivo, teniendo además capacidad de respuesta rápida y coordinada para clientes con operaciones en múltiples estados (flotas, logística, corporativos), asegurando la continuidad operativa.
En definitiva, el preocupante crecimiento de la inseguridad en México no sólo subraya la urgencia de contar con una estrategia efectiva de seguridad, sino que también valida el modelo de negocio de empresas como Zascita de México, pues al expandir sus servicios de seguridad privada armada no solo está capitalizando una creciente necesidad de protección ejecutiva y patrimonial, sino que se posiciona como un elemento clave en la defensa de la estabilidad económica y social del país.
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